La cerveza es la bebida alcohólica más dañina. Era esta conclusión que los investigadores estadounidenses llegaron a más de 1900 adultos después de analizar la dieta. Descubrieron que los amantes de la cerveza muestran la peor nutrición, la actividad física y el riesgo de aumentar de peso.
En el estudio, los participantes se dividieron en cuatro categorías: aquellos que beben solo cerveza, solo vino, solo bebidas fuertes o combinan diferentes tipos de alcohol. Además, su dieta fue evaluada por el índice de alimentación saludable.
Ninguno de los grupos alcanzó 80 puntos, lo que indica una dieta equilibrada. Pero la categoría de cerveza mostró el peor resultado: solo 49 puntos. A modo de comparación, los que prefieren la culpa fueron 55 y en categorías combinadas, aproximadamente 53.
Particularmente alarmante es la situación en hombres jóvenes con bajos ingresos, que fuman y usan regularmente la cerveza. Observaron el mayor consumo diario de calorías, la menor actividad física y un mayor riesgo de obesidad y comorbilidades.
Los científicos también llamaron la atención sobre el hecho de que la cerveza a menudo se acompaña de alimentos poco saludables, ricos en carbohidratos, fritos, sales altas o carne. El vino, por el contrario, a menudo se consume durante una comida completa, donde hay verduras, proteínas y productos lácteos.
Los expertos enfatizan que nuestras preferencias gastronómicas afectan no solo la salud sino también la elección del alcohol. Por el contrario, la elección de la bebida puede formar un modelo de nutrición.
La conclusión es una: el menor daño al cuerpo trae un uso moderado del vino con buena nutrición, no cerveza con papas fritas frente al televisor.