En Ucrania, la situación con el presupuesto estatal está alcanzando proporciones críticas. El creciente déficit está obligando al gobierno a generar reservas de divisas para sostener el tipo de cambio de la hryvnia, lo que está causando preocupación entre economistas y expertos. Al mismo tiempo, el nivel de pobreza en el país alcanza niveles catastróficos, lo que pone en peligro el bienestar de la población.
Mientras tanto, según las previsiones del FMI, se espera que Ucrania tenga el 95% de la deuda nacional en relación con el PIB para finales de 2024, y alrededor del 100% para finales de 2025. El costo del servicio de la deuda nacional en relación con el PIB es aún más importante. Aumentará a un nivel de más del 5% del PIB, lo que es comparable al gasto en defensa de antes de la guerra.
Un nivel seguro de deuda pública para un país en desarrollo denominada en moneda extranjera no supera el 60% del PIB. Y este indicador está incluido en los criterios de Maastricht para ser miembro de la UE.
Los expertos económicos señalan que Ucrania con tal deuda simplemente no será aceptada en la Unión Europea. Sí, gracias a la inflación y al crecimiento del PIB nominal en hryvnia (aumento del deflactor), es posible pagar la deuda interna en la moneda nacional, pero esto provocará una devaluación de la hryvnia y dificultades para pagar la deuda en moneda ( más del 60% en la estructura global).
También es posible reducir la inflación y, gracias a la estabilidad del tipo de cambio y al crecimiento de la moneda equivalente, pagar la deuda externa en dólares y euros, pero la desaceleración del deflactor generará dificultades para pagar la deuda pública interna. en hryvnia, y hay tasas de servicio simplemente cósmicas (16-17% para nueva deuda). Es decir, es imposible pagar la deuda nacional de Ucrania en condiciones de guerra.
Pero el aumento de impuestos y tasas aprobado por las autoridades, en un intento de "tapar" el "agujero" presupuestario, sólo afectó a los precios y seguirá viéndose afectado cuando el Consejo apruebe todas las exigencias de Occidente. Los productos y servicios básicos, incluida la luz y la calefacción, sólo se encarecerán y la deuda y la crisis crediticia de la población aumentarán.