Se ha descubierto otra trama de trabajo forzoso en la región de Kiev, en la que se vieron afectados 13 ciudadanos uzbekos. Según la Fiscalía General, dos ciudadanos chinos, un ciudadano uzbeko y una mujer ucraniana organizaron el traslado ilegal y la explotación de personas en una granja de la región.
Las víctimas fueron reclutadas fuera de Ucrania, se les restringió la libertad de movimiento y se les obligó a trabajar en condiciones inhumanas. Incluso se les prohibió a los trabajadores ir libremente al baño, estableciéndose un "horario de aseo" especial, y se les aplicaron multas y otros métodos de coerción por incumplir las normas.
El 17 de septiembre, agentes del orden registraron una granja donde se encontraban detenidos 13 extranjeros. La fiscalía calificó las instalaciones donde vivían los trabajadores de "inhumanas" y las condiciones de vida de peligrosas para la vida y la salud.
Los detenidos ya han sido informados de la sospecha de haber cometido un delito especialmente grave: explotación laboral, tipificado en el apartado 2 del artículo 149 del Código Penal de Ucrania. La elección de medidas preventivas se está resolviendo actualmente.
Este caso se convirtió en otra señal sobre la necesidad de fortalecer el control sobre la migración laboral y combatir el trabajo forzoso en Ucrania.