El jefe del Ministerio de Asuntos Exteriores británico, David Lammy, compartió un pronóstico sobre el posible fin de la guerra en Ucrania, sugiriendo que podría ocurrir en Semana Santa de 2025.
"Según los últimos datos que tenemos, el calendario para un posible acuerdo ha cambiado ligeramente y ahora nos centramos en Pascua", dijo Lammy.
La Pascua de 2025 caerá el 20 de abril, y esta vez podría ser un punto de inflexión en el enfrentamiento a largo plazo. Lemmy enfatizó que inicialmente se predijo que la guerra terminaría a fines de enero, pero ahora es poco probable.
Esta previsión optimista provoca reacciones encontradas entre expertos y políticos. Algunos creen que la declaración de Lemmy podría ser una señal de un progreso significativo en las negociaciones o de un cambio en la situación táctica. Otros subrayan que es imposible predecir la fecha exacta del fin de la guerra, dada la complejidad del conflicto y la imprevisibilidad de las acciones del agresor.
Gran Bretaña, como antes, sigue siendo uno de los aliados clave de Ucrania en la lucha contra la agresión rusa. Londres apoya activamente a Kyiv tanto militar como diplomáticamente.
Que la predicción de Lemmy se haga realidad depende de muchos factores, incluida la situación militar en el frente, los esfuerzos de la comunidad internacional y la preparación de Rusia para negociaciones reales.
Las declaraciones recientes de los políticos occidentales a menudo contienen un optimismo cauteloso, pero Ucrania insiste en que cualquier acuerdo de paz sólo es posible en términos que garanticen la restauración de su integridad territorial. En condiciones de continuación de las hostilidades, las previsiones sobre el fin de la guerra siguen siendo objeto de debates activos.