En la tarde del 14 de enero, los medios de comunicación ucranianos y los canales Telegram, citando sus propias fuentes, difundieron información de que se suponía el derribo del avión ruso de detección temprana A-50 y los daños al Il-22 sobre el Mar de Azov.
En la mañana del 15 de enero, el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Valery Zaluzhny, confirmó esta información y afirmó que ambos aviones fueron destruidos por la Fuerza Aérea de Ucrania.
"La Fuerza Aérea de Ucrania destruyó un avión enemigo de detección temprana A-50 y un avión Il-22 que servía como punto de control aéreo enemigo. ¡Expreso mi agradecimiento a la Fuerza Aérea por la operación planificada y ejecutada con éxito en la región de Azov!" - escribió Zaluzhny.
El comandante de la Fuerza Aérea de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Mykola Oleschuk, también comentó este suceso en su canal de Telegram, pero se abstuvo de dar detalles.
"¡Esto es para el Dnipró!" - señaló, recordando el aniversario del trágico accidente ocurrido en un edificio alto en la ciudad de Dnipro, que causó numerosas víctimas.
Las autoridades rusas aún no se han pronunciado sobre estos informes. El portavoz de Vladimir Putin, Dmytro Peskov, señaló que no tenía ninguna información al respecto y recomendó ponerse en contacto con el Ministerio de Defensa de la Federación Rusa.
El avión IL-22 se utiliza como puesto de mando aéreo para controlar las tropas durante las operaciones de combate activo.
En cuanto al A-50, se trata de un avión de control y detección por radar de largo alcance soviético y ruso. El objetivo principal de este avión es detectar y rastrear objetivos aéreos y marítimos, así como coordinar las acciones de los sistemas de defensa aérea.
Los canales de telegramas militares rusos también consideran estos "incidentes".
Por la noche, el canal de telegramas Colonelcassad, propiedad del bloguero militar Boris Rozhin, informó que "la situación del Il-18/22 ya se ha resuelto, el avión ha aterrizado, pero hay víctimas". En cuanto al "A-50, no se ha recibido información fiable del Ministerio de Defensa de la Federación Rusa".
El lunes por la mañana, el canal de telegramas del comandante militar Romanov sugirió que el A-50 había sido derribado, insinuando "fuego amigo".
"Un A-50 fue derribado cerca del mar de Azov. El segundo avión Il-22M derribado aterrizó en Anapa. El enemigo no tiene ninguna relación con derribar/derribar estos aviones".
Los medios de comunicación ya habían informado anteriormente que durante la rebelión de Yevgeny Prigozhin en julio del año pasado, los mercenarios del PMC "Wagner" derribaron un IL-22. Tampoco entonces hubo confirmación oficial.
Entonces, el ejército ucraniano admitió que fue su Fuerza Aérea la que derribó dos aviones rusos. Sin embargo, fuentes rusas sugieren que esto puede ser el resultado de un "fuego amigo" de sus propias fuerzas.
El comentarista militar ucraniano Oleksandr Kovalenko presentó su propio análisis en su canal Telegram, poniendo en duda esta teoría.
"La conclusión es que el avión de relevo Il-22 y el misil antiaéreo A-50 vuelan por las mismas rutas desde hace dos años, garantizando la estabilidad de las comunicaciones, el control de la situación aérea y la gestión de la aviación operativa-táctica. " El lo notó.
Kovalenko cree que, incluso en ausencia de un sistema de trabajo "propio-extranjero", estos aviones deberían ser identificados por los operadores de defensa aérea como propios.
"Teniendo en cuenta su tamaño, velocidad y altura de vuelo, estos aviones no pueden confundirse, por ejemplo, con un misil o un caza enemigo", añade.
Ihor Romanenko, experto en defensa aérea y ex subjefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania, destacó que la pérdida de estos aviones tendrá graves consecuencias para el ejército ruso. Aparte de las pérdidas materiales, ya que el coste de un avión A-50 es de unos 330 millones de dólares y el Il-22 de unos 30 millones de dólares.
"Desde un punto de vista militar, la pérdida de tales elementos de control aéreo y de inteligencia afecta significativamente la eficacia de la gestión y, por tanto, la eficacia combativa de la Fuerza Aérea. Se trata de una pérdida significativa del sistema de gestión de inteligencia", señaló el general.
Al mismo tiempo, admitió que la pérdida simultánea de dos aviones de importancia estratégica "es un golpe a la imagen" del ejército ruso.
El avión A-50 es un activo particularmente valioso, ya que se encuentra en cantidades mucho menores que los cazas. En Rusia, sólo hay nueve ejemplares del avión de detección de radar de largo alcance (DRLO) A-50 y cuatro versiones modernizadas: el A-50U.
Este avión tiene una especial importancia en el contexto militar, actuando como "ojos y oídos" de los grupos de aviación, así como su "centro neurálgico".
El A-50, o avión de detección por radar de largo alcance, es fundamental para controlar el espacio aéreo en el que opera la aviación. Destaca por su capacidad para detectar objetivos, así como para coordinar y dirigir sus propios aviones de combate.
Capaz de rastrear no solo objetivos aéreos sino también terrestres, como radares, el avión A-50 es una parte integral de cualquier operación aérea moderna. Este tipo de radar amplía las posibilidades de monitorear el espacio aéreo en áreas donde no existen estaciones terrestres ni centros de control potentes.
Este avión actúa como un puesto de mando aéreo diseñado para controlar las tropas durante las operaciones de combate. Dado que opera en el aire, no puede ser atacado por misiles tácticos operativos.
Una ventaja adicional de este avión es la capacidad de comunicarse con unidades de combate en tierra desde una altura. Esto es especialmente importante cuando se interactúa con aviones de primera línea, que a menudo vuelan a baja altitud, lo que complica el proceso de comunicación.
El avión Il-22 fue desarrollado en la década de 1970 y es capaz de realizar una variedad de tareas. En total, desde entonces se han producido y modernizado aproximadamente tres docenas de Il-22. El último programa de modernización dio como resultado la versión Il-22 LURT (avión de control y retransmisión) que existe hasta el día de hoy.
Según los datos del Balance Militar para 2022, en el momento del inicio de la fase activa del conflicto con Ucrania, Rusia tenía 12 aviones Il-22M y 10 Il-22 (modificaciones más antiguas).