El mundo científico nos ha vuelto a sorprender con sus descubrimientos sobre la extraordinaria inteligencia de los animales. Un estudio reciente de 27 perros y sus dueños demostró que estos amigos de cuatro patas pueden entender más de lo que podemos imaginar.
Recientemente, los científicos realizaron un estudio y descubrieron que las mascotas experimentan sorpresa. Y esto indica que los animales pueden formar conceptos mentales, escribe Science New.
Ellen Lau, neurocientífica de la Universidad de Maryland, explica: "Cualquiera que haya pasado mucho tiempo con un perro probablemente no se sorprenderá al saber que entiende que su lenguaje se refiere al menos a unos pocos objetos comunes".
Pero algunas personas pueden suponer que esa "comprensión" es una reacción simple, casi reflexiva, al sonido de una palabra. Aún así, añade Lau, "siempre es bueno ver pruebas como ésta que refutan esa suposición".
Los investigadores, dirigidos por Marianna Boros de la Universidad Etves Lorand de Budapest, se centraron en perros promedio. En el experimento participaron 27 perros domésticos y sus dueños.
Boros y sus colegas pidieron a los propietarios que trajeran cinco juguetes familiares al laboratorio. Allí, el equipo colocó electrodos en las cabezas de los perros y les pidió que hicieran sólo dos cosas: acostarse sobre una colchoneta cómoda y permanecer despiertos.
De vez en cuando, los perros escuchaban una grabación de la voz de su amo que decía: "¡Charlie, mira la pelota!". La persona con la que hablaban los perros estaba al otro lado de la pared con la ventana. Esta ventana electrónica podría cambiar instantáneamente de opaca a translúcida, permitiendo al perro ver a través de ella. Inmediatamente después de la banda sonora, el presentador apareció en la ventana sosteniendo un juguete. A veces era una pelota, pero otras veces era otro juguete, por ejemplo, una cuerda.
Los investigadores controlaron la actividad cerebral de los perros mediante electrodos. Descubrieron que cuando los perros veían un juguete inesperado, como una cuerda en lugar de una pelota, sus cerebros mostraban una señal de sorpresa significativa. Esto sugiere que los perros formaron una expectativa mental basada en las palabras que escucharon.
La señal de sobresalto, conocida como efecto N400, es familiar para los humanos pero no se había observado previamente en perros. Boros señala que, si bien esto no fue del todo inesperado, proporciona una nueva visión de cómo los animales perciben el lenguaje. Investigaciones anteriores han insinuado que los perros entienden las palabras, pero esto ofrece una comprensión más profunda de sus capacidades cognitivas.
"Podemos decir que conocen palabras a nivel de percepción pasiva", afirma el investigador. "Entienden más de lo que muestran".