Un grupo de investigadores de Singapur presentó una tecnología revolucionaria que le permite generar electricidad a partir de gotas lluviosas. Su descubrimiento, publicado en la ciencia central de ACS , puede ser un avance en el campo de la energía alternativa, especialmente para los espacios urbanos.
La clave de la invención es el "flujo de corcho" llamado que ocurre cuando el agua cae a través de un tubo vertical estrecho. Los investigadores han encontrado que cuando las gotas de lluvia caen a través de un tubo de polímero de 32 cm de 2 mm de ancho, forman columnas cortas de agua, entre las cuales se forman los bolsillos de aire. Tal flujo, combinado con las propiedades eléctricas del agua y los materiales, permite generar corriente.
La instalación es muy simple: el agua fluye desde la aguja de metal, formando gotas que caen en el tubo. El agua cargada fluye hacia abajo, separando las cargas eléctricas que capturan los cables ubicados en la parte superior del tubo y en la taza del depósito debajo.
En el curso de otros experimentos, el equipo encontró que el uso paralelo o consistente de dos tubos duplican el volumen de electricidad obtenido. Al dirigir el flujo a cuatro tubos a la vez, alcanzaron una potencia continua de 12 LED durante 20 segundos.
Según uno de los autores del estudio, Sioling SOH, esta tecnología puede ser una alternativa prometedora a las plantas de energía hidroeléctrica. No requiere grandes depósitos o ríos y es compacto, por lo que es adecuado para la instalación en los techos de los edificios en las ciudades.
Esta tecnología puede integrarse potencialmente en un sistema de "hogar inteligente", proporcionando energía a los sensores, la iluminación y los dispositivos pequeños. También abre perspectivas de suministro de energía autónomo en recursos limitados o en situaciones de emergencia.
Anteriormente, los científicos chinos han presentado un nanogenerador triboléctrico diferente de desarrollo similar, un nanogenerador triboléctrico que utiliza un contacto corporal líquido-sólido para recoger la lluvia. Sin embargo, la instalación de Singapur se ve más simple, más confiable y más adaptada al uso diario.