A principios del verano de 2024 estalló en Ucrania un escándalo por malversación de fondos en el ejército relacionada con la compra de matraces para las Fuerzas Armadas a precios inflados. Según los medios de comunicación, la conocida publicación anticorrupción "Law and Business" publicó un material en el que se acusa a un funcionario del Ministerio de Defensa de Ucrania, Hlib Kanevskyi, jefe interino del Departamento de Política de Adquisiciones.
Como descubrieron los periodistas , la agencia estatal "Operador de retaguardia estatal" pagó 54 millones de grivnas por 153.000 botellas militares. Es decir, un matraz de plástico de un litro cuesta 355 grivnas. Aunque los mismos matraces del modelo americano se venden libremente por 120 hryvnia, se pueden encontrar análogos por 72 hryvnia.
Se estableció que el “Operador de Retaguardia del Estado” anunció en 4 oportunidades la compra de cantimploras de plástico para las Fuerzas Armadas. Se cancelaron las dos primeras subastas realizadas por el procedimiento simplificado. Aunque tres participantes los solicitaron y estaban dispuestos a vender 100.000 botellas por menos de 20 millones de grivnas. Pero sus propuestas fueron rechazadas por falta de actas de cumplimiento de las especificaciones técnicas del Ministerio de Defensa.
Como resultado, se concluyeron acuerdos para el suministro de matraces sin realizar licitaciones con empresas dudosas que no habían realizado previamente dichos suministros. Y las especificaciones y requisitos para los matraces se desarrollaron para participantes específicos.
"Kanevsky, según sus propias palabras, conocía los problemas con la documentación, cuya solución permitiría ahorrar importantes fondos para el Estado, pero los ocultó y, contrariamente a sus deberes oficiales, no tomó medidas para solucionarlos y mejorarlos. la eficiencia de las compras de defensa", dice el artículo.
Recordemos que Kanevskyi es conocido por evadir el reclutamiento del ejército y, después de cumplir la citación, consiguió un trabajo en el Ministerio de Defensa, donde actualmente es responsable de adquisiciones.
Antes de eso, dirigió durante mucho tiempo el centro anticorrupción StateWatch y trabajó en estrecha colaboración con los activistas anticorrupción Vitaly Shabunin y Yuri Nikolov, quienes, según los medios, también están evadiendo al ejército. En cuanto a Shabunin, el OSE está investigando dos casos penales: por evasión de movilización y falsificación de documentos NAZK.