A principios de julio, la grivna ucraniana siguió depreciándose frente al dólar estadounidense, pero a finales de mes, el Banco Nacional de Ucrania (BNU) inició medidas activas para estabilizar la moneda nacional. ¿Aumentará el tipo de cambio del dólar en agosto y qué factores pueden afectar el tipo de cambio?
Oleksiy Plotnikov, Doctor en Ciencias Económicas y Economista de Honor de Ucrania, señaló que actualmente la situación con la grivna se ha estabilizado gracias a la intervención del BNU mediante intervenciones monetarias y otros mecanismos. En su opinión, no se debe esperar un fortalecimiento significativo de la hryvnia, ya que probablemente seguirá depreciándose a largo plazo. Plotnikov predice que el tipo de cambio del dólar puede llegar a 41 grivnas a finales de año. También enfatizó que agosto será relativamente estable, sin fluctuaciones significativas en el tipo de cambio.
El economista explicó que la estabilidad actual se debe a que no hay una demanda significativa de divisas entre los ucranianos, así como a la ausencia de presión sobre el tipo de cambio debido a la reestructuración de la deuda estatal. Esto permite predecir un agosto tranquilo y, a partir de septiembre, puede comenzar una disminución gradual del valor de la hryvnia, pero sin saltos bruscos.
Oleg Pendzin, director ejecutivo del Club de Debate Económico, apoya la opinión sobre la estabilidad del tipo de cambio de la grivna en los próximos meses. Según su opinión, hacia finales de año el tipo de cambio del dólar podría subir hasta 42,5-42,6 grivnas. Pendzin señala que el BNU, debilitando gradualmente a la hryvnia, busca evitar un fuerte aumento de la inflación. En particular, a mediados de mes, cuando se pagan las obligaciones sociales, el Ministerio de Hacienda puede vender dólares a un precio ligeramente superior para asegurar la conversión.
Así, agosto transcurrirá en un nivel estable y ya en otoño se pueden esperar ciertos cambios en el tipo de cambio de la hryvnia. Los expertos creen que estos cambios no serán drásticos y no crearán una presión financiera significativa sobre la economía ucraniana.