El 19 de diciembre solía ser una de las fechas más importantes para los creyentes ortodoxos. Tras la transición al nuevo calendario eclesiástico, la lista de conmemoraciones religiosas cambió, pero el día sigue estando repleto de eventos, festividades profesionales y tradiciones populares.
Según el nuevo calendario ortodoxo, en este día se honra al mártir Bonifacio y al venerable Iliá de Kiev-Pechersk, el ermitaño. Este último es considerado popularmente el santo patrón de los guerreros. Por ello, los familiares de los defensores de Ucrania tradicionalmente rezan al santo pidiendo su intercesión, la preservación de la vida y la recuperación de la salud tras las heridas.
Al mismo tiempo, muchos creyentes recuerdan qué festividad religiosa se celebraba el 19 de diciembre según el antiguo rito. En este día se celebraba el Día de San Nicolás el Taumaturgo, patrón de los niños y los necesitados. Según la tradición, los niños recibían regalos en nombre del santo y los adultos participaban en obras de caridad.
A nivel internacional, el 19 de diciembre, por iniciativa de la ONU, se celebra el Día Internacional de Ayuda a los Pobres. Su objetivo es visibilizar los problemas de los pobres y animar a la gente a realizar obras de caridad. En este día, es costumbre ayudar a los necesitados con dinero, objetos o apoyo voluntario. Además, se celebran en todo el mundo el Día Evergreen, el Día de la Subcultura Emo, el Día de la Avena y el Día del Suéter Divertido.
En Ucrania, el 19 de diciembre es una importante fecha profesional: el Día del Abogado. Es un día festivo para quienes protegen los derechos de los ciudadanos en los tribunales, verifican la legalidad de las transacciones y brindan asesoramiento legal. Su papel en la garantía del orden público y la justicia en la sociedad es difícil de sobreestimar.
Además, en este día nacieron famosas personalidades de la cultura ucraniana: el poeta Mykola Filyansky, el traductor Mykola Lukash, el escritor y activista de derechos humanos Mykola Rudenko y la escritora Maria Matios.
En la tradición popular, el 19 de diciembre se asociaba con las señales meteorológicas, principalmente con el viento. Si soplaba del norte, se esperaban heladas y un invierno nevado; del sur, un rápido calentamiento. Una fuerte borrasca se consideraba presagio de una buena cosecha de verano, y el ruido de los herrerillos presagiaba mal tiempo. Un cielo despejado prometía un enero gélido.
Según las creencias, el día se consideraba propicio para la costura, las actividades creativas, la pesca e incluso la siembra de plántulas. Sin embargo, también existían prohibiciones. No se recomendaba ser perezoso, celoso, tener malos pensamientos, pelear ni maldecir. Tampoco se aconsejaba realizar trabajos físicos pesados, limpiar ni reparar. Según las señales, no valía la pena pedir dinero prestado el 19 de diciembre para no endeudarse el año siguiente.

