El cambio climático en Ucrania y el aumento constante de las temperaturas invernales han provocado un aumento drástico en el ciclo de vida de diversas plagas. El escarabajo de la patata, el gusano de seda y otras especies que antes morían en invierno ahora sobreviven con éxito a la estación fría y se multiplican más rápido. Así lo afirmó Dmytro Lyudvenko, investigador principal del Centro Nacional de Investigación "Instituto de Economía Agraria" y doctor en Ciencias Económicas, en una entrevista con "Telegraph".
Según el Centro Hidrometeorológico de Ucrania, la temperatura media invernal en Ucrania aumentó de -3 °C en la década de 2000 a +2 °C entre 2023 y 2025. Esta anomalía no solo amplía las posibilidades de cultivo de cultivos termófilos, en particular el algodón, sino que también debilita significativamente la protección natural de los cultivos contra las plagas.
"En tales condiciones climáticas, aumenta el riesgo de daños al sistema radicular durante las fluctuaciones bruscas de temperatura y se alarga el ciclo de vida de las plagas: el escarabajo de la patata, el gusano de seda y otras que no mueren gracias a los inviernos suaves", señaló Lyudvenko.
El problema se ve agravado por la reducción de las reservas de humedad del suelo, consecuencia de los prolongados períodos de calor y la inestabilidad de las lluvias. En algunas regiones, la situación es crítica debido a la destrucción o la inaccesibilidad de la infraestructura de riego.
Según Oleksandr Zakharchuk, jefe del Departamento de Inversiones y Logística del Centro Científico Nacional "Instituto de Economía Agraria", miembro correspondiente de la NAAS, es la combinación de guerra y calentamiento lo que se ha vuelto especialmente destructivo en el sur de Ucrania.
Un claro ejemplo son las regiones de Jersón, Zaporiyia y Donetsk. La explosión de la central hidroeléctrica de Kakhovka, que destruyó el riego en 0,6 millones de hectáreas, sumada al fuerte calentamiento, provocó una pérdida de rendimiento del 30 al 50 % en una superficie de 1,2 millones de hectáreas, enfatizó el científico.
Debido al cambio climático, el aumento de los riesgos y las limitadas oportunidades de riego, los agricultores ucranianos optan cada vez más por variedades de cultivos de maduración temprana y resistentes a la sequía. Esta tendencia ya está afectando notablemente la estructura de los cultivos en las regiones central, meridional y, en parte, oriental.
Sin embargo, incluso las nuevas tecnologías agrícolas no pueden compensar totalmente el impacto de los inviernos cálidos en el número de plagas.
El verano pasado, los agricultores de las regiones sur y central informaron de una marcada disminución en la cantidad de escarabajos de la patata. Yevgeny Khalaim, investigador adjunto del Parque Nacional Tuzlivski Limany, explicó que se trató de un evento puntual, consecuencia de una sequía anormal.
En el norte y el oeste del país, donde el verano fue más húmedo y fresco, la población de la plaga no cambió.

