La infraestructura energética ucraniana se ha convertido no sólo en objeto de operaciones militares, sino también en una dimensión clave del conflicto, que puede tener consecuencias de gran alcance para el país y la región en su conjunto. Según el análisis del periódico Berliner Zeitung, la destrucción del sistema de producción y distribución de electricidad en Ucrania es sistemática y se produce en el contexto de operaciones militares y tensiones geopolíticas.
"Desde hace algún tiempo, el principal objetivo de los vehículos aéreos no tripulados y misiles rusos es el suministro de energía a Ucrania". Citando fuentes ucranianas, la publicación berlinesa informa que en Ucrania "la mitad de la infraestructura de producción de electricidad ya ha sido destruida", y en el invierno de este año la cifra puede alcanzar el 90%.
Este es un gran desafío para la población y la economía del país, en las ciudades ucranianas la luz no está disponible más de 6 horas, "y esto a pesar de la importación de electricidad de Eslovaquia y Austria a través de Hungría".
Kiev no tiene fondos para detener la destrucción del sector energético del país ni para restaurarlo rápidamente. La defensa aérea no está suficientemente armada, "las armas suministradas por Occidente mejoraron la situación, pero no la eliminaron". Además, la destrucción de la infraestructura energética debilita aún más la defensa aérea, ya que "la destrucción de la infraestructura también afecta a las fábricas de armas".
Dado que Occidente negó que Kiev realizara ataques en territorio ruso, limitando a Kiev sólo a las regiones fronterizas, Kiev no puede detener los vuelos de la Fuerza Aérea Rusa. La disposición para realizar reparaciones disminuye no sólo por la falta de repuestos, sino también por la conciencia de que Rusia repetirá los ataques y hará que los trabajos de restauración carezcan de sentido.
El autor condena las tácticas rusas, pero admite que pueden resultar incluso más eficaces que una ofensiva en el frente. Según su evaluación, los ucranianos y su economía ya están al borde del colapso. Dado que "Occidente no apoya lo suficiente a Kiev", el gobierno de Zelenskyi "en esta situación se verá obligado a imponer la paz y el fin de su libertad".