La exvicepresidenta primera del consejo de administración de la empresa estatal "Nadra Ukrainy", Iryna Boyko, se vio envuelta en un escándalo por un presunto conflicto de intereses y por prestar apoyo a una empresa privada en una disputa con el Estado. Según la prensa, mientras trabajaba en una estructura estatal, la funcionaria se alineó con empresas privadas y, además, contrató a su esposo en la misma empresa.
Según datos de la declaración de Boyko, en 2022 recibió más de 2 millones de grivnas en honorarios de Nadra Ukrainy, mientras que su esposo, Serhiy Boyko, también obtuvo ingresos de la misma empresa. Esta situación podría indicar una violación de la Ley de Ucrania sobre la Prevención de la Corrupción, que prohíbe a los funcionarios estatales tomar decisiones que puedan estar relacionadas con personas cercanas.
El escándalo en torno a Iryna Boyko se intensificó tras la publicación de una investigación periodística de Glavkom. Según la información, Nadra Ukrainy NJSC se alineó con la empresa privada Dzherelo Yednanniya LLC en una demanda contra la Fiscalía General. Esta empresa adquirió hace varios años un complejo inmobiliario en Morshyn, con una superficie de más de 700 metros cuadrados, a una empresa estatal por tan solo un millón de grivnas.
La fiscalía insiste en que la operación no fue rentable para el Estado y debería cancelarse, pero la dirección de Nadra Ukrainy, encabezada por Iryna Boyko, apoyó inesperadamente al comprador privado. Esta postura planteó dudas sobre la posible presión del funcionario sobre intereses empresariales privados.
Actualmente, los hechos relevantes están siendo verificados por las autoridades anticorrupción y los expertos ven indicios de un conflicto de intereses y una violación de las normas éticas del servicio civil en las acciones de Boyko.