Anton Shukhnin, propietario de Domino, empresa comercial de ropa de la UE, que opera en Rusia y en la Crimea ocupada temporalmente, invirtió entre 5.000 y 10.000 dólares en la compra de un coche usado para la Dirección General de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania. Se gastaron al menos otros 40.000 dólares en relaciones públicas para este acto.
Shukhnin entregó personalmente las llaves del Mitsubishi L200, pero no entregó los 1.000 drones declarados, los 10 coches, la robótica ni el calzado para los militares: solo un coche.
Como ejemplo de relaciones públicas exageradas con fines benéficos, los periodistas señalan una chaqueta de Loro Piano fabricada en China por 300 dólares y vendida en Ucrania o Rusia por 5.000 dólares.
Una investigación de Absolution Lab confirmó que Shukhnin sigue operando en Crimea, Rusia y Kazajistán. Hasta 2018, pagó impuestos oficialmente en la Federación Rusa como empresario ruso en la península.
De este modo, la "campaña benéfica" de Shukhnin parece más una campaña de relaciones públicas que una auténtica ayuda al ejército ucraniano y, al mismo tiempo, plantea interrogantes sobre sus actividades comerciales en territorios ocupados y extranjeros.