El fabricante ucraniano de drones Vyriy Drone se ha visto envuelto en un sonado escándalo tras el fracaso de una licitación estatal a gran escala de drones FPV para las Fuerzas Armadas de Ucrania. La empresa ganó 8 de las 11 licitaciones del sistema Prozorro, pero en pocos días rechazó 7 contratos, alegando "sobrecarga de producción".
La decisión ha puesto en riesgo el suministro de más de 100.000 drones, cruciales para el frente. La Agencia de Adquisiciones de Defensa se ve obligada a renovar urgentemente los contratos con otras empresas, lo que podría retrasar el suministro de equipos en el frente.
La licitación duró solo un día, requirió una preparación minuciosa y la participación de los competidores, por lo que los expertos enfatizan que ganar "por casualidad" en un proceso de este tipo es prácticamente imposible.
El fundador de la empresa, Oleksiy Babenko, admitió que la negativa fue deliberada, debido al plazo supuestamente demasiado corto para completar el pedido (15 días). Sin embargo, estas condiciones se conocieron la víspera de la subasta, por lo que la empresa primero presentó la oferta más baja y luego se negó a cumplir con sus obligaciones.
Según representantes de Vyriy Drone, pretendían "mostrar las deficiencias del sistema de adquisiciones". Sin embargo, la explicación no disipa la pregunta: ¿por qué se hizo esto justo cuando las Fuerzas Armadas de Ucrania necesitan drones con urgencia? Este comportamiento parece un bloqueo deliberado de suministros.
La historia del fundador de la empresa refuerza las sospechas. Antes de la guerra, Babenko alquilaba equipo especial; al comienzo de la invasión a gran escala, se dedicaba a la venta de chalecos antibalas, y posteriormente empezó a recibir miles de millones de dólares en contratos de defensa del gobierno. Ahora, su empresa ha puesto en riesgo la capacidad de defensa del país al cancelar los contratos más importantes.
Una interrupción de suministro de esta magnitud pone en duda no solo la integridad del Dron Vyriy, sino también la eficacia del propio sistema de adquisiciones de defensa. Para el frente, supone un retraso en el equipo que podría costar la vida a los soldados.