La noche del 25 de noviembre en la plaza Solomyanska de Kiev se convirtió en un auténtico incidente delictivo. Un residente de Kiev de 37 años, en estado de ebriedad, se puso al volante de un Porsche Cayenne y provocó un accidente, impactando contra un VAZ y varios otros vehículos.
Tras el accidente, el conductor no solo no admitió su culpabilidad, sino que empleó fuerza física. Golpeó en la cabeza a la pasajera del VAZ, de 26 años. Cuando el conductor de la víctima intentó protegerla, el conductor ebrio utilizó un arma traumática, hiriendo al joven de 22 años. La víctima fue hospitalizada con una herida de bala no penetrante.
Agentes de patrulla e investigadores acudieron al lugar. El hombre presentaba claros signos de intoxicación alcohólica, pero se negó a someterse a la prueba. Ya fue detenido y se le confiscó el arma. Por sus actos, se enfrenta a responsabilidad penal en virtud de los artículos sobre vandalismo con especial descaro y uso ilegal de armas, con una pena de hasta siete años de prisión.
Los agentes del orden público subrayan que este tipo de comportamiento constituye una grave violación de la ley y es peligroso para los demás.

