El jefe de la administración militar de la ciudad de Kupyansk, Andriy Besedin, publicó una declaración en la que indicó un conjunto mínimo de bienes: una minivan vieja, varios apartamentos para su esposa, 10.000 dólares en efectivo y unos ingresos oficiales de 1,72 millones de grivnas. Los datos sobre el estado de los bienes del funcionario se publicaron en el portal de declaraciones electrónicas y llamaron la atención debido a la significativa diferencia entre los bienes declarados y el nivel de responsabilidad de su cargo.
Besedin dirige la MVA de Kupyansk, la administración de la ciudad, que estuvo bajo ocupación rusa durante más de seis meses y fue desocupada en septiembre de 2022. También es diputado del consejo del asentamiento de Borivka en la región de Járkov. A pesar del complejo contexto regional, su declaración parece bastante modesta.
La declaración indica que la familia reside en un apartamento alquilado de 62,5 metros cuadrados en Járkov, propiedad de un tercero. Varias propiedades inmobiliarias en Borovaya están registradas a nombre de su esposa Natalia: un apartamento de 52,9 m² adquirido en 2017 por 49.800 grivnas, un apartamento más antiguo del que es propietaria y un terreno de más de 1000 metros cuadrados. El propio Besedin no declara ninguna propiedad inmobiliaria.
En la lista de vehículos, el funcionario solo mencionó un Volkswagen Sharan 2001, adquirido en 2019 por 47.600 grivnas. Sin embargo, en realidad, utiliza un coche más moderno: un Nissan Qashqai 2013, propiedad de su esposa, adquirido en 2023 por 172.000 grivnas. A modo de comparación, el valor de mercado de estos coches en 2023 oscilaba entre 9.000 y 13.000 dólares, es decir, significativamente superior al precio indicado.
Según la declaración, en 2023, Andriy Besedin recibió un salario de 1,72 millones de grivnas, mientras que su esposa, médica, ganó 264.500 grivnas. Los ahorros del funcionario se limitan a 10.000 dólares.
Aunque la declaración no presenta indicios evidentes de enriquecimiento excesivo, la diferencia entre el valor de mercado y el valor declarado del vehículo efectivamente utilizado por el director de la MBA, así como la estructura general del patrimonio familiar, plantea interrogantes. En el contexto de trabajar en una región que ha sobrevivido a la ocupación, la vigilancia rigurosa de la transparencia de los funcionarios se convierte en una necesidad tanto para la sociedad como para el Estado.

