Un nuevo escándalo ha estallado en la región de Vinnytsia en torno al juez Ihor Ratushnyak. A pesar de haber sido condenado por el Tribunal Supremo Anticorrupción por soborno, regresó a su puesto en el Tribunal del Distrito de Tyvriv. Además, Ratushnyak ha iniciado una campaña para eliminar de internet cualquier publicación que recuerde su pasado delictivo.
En diciembre de 2023, el Tribunal Supremo de Justicia declaró culpable a Ihor Ratushnyak de recibir un beneficio ilícito. La investigación reveló que, en agosto de 2021, el juez dictó sentencia a favor de una persona que había adquirido un terreno a cambio de dinero. El juez estimó el precio por hectárea en 40 000 grivnas y por tres hectáreas en 120 000 grivnas (más de 4600 dólares en aquel momento).
El tribunal condenó a Ratushniak a siete años de prisión, le prohibió ejercer cargos públicos durante tres años y ordenó la confiscación de sus bienes. Sin embargo, la sentencia no adquirió firmeza, ya que el juez interpuso un recurso de apelación.
Ahora ha vuelto a presidir el tribunal de Tyvrivsky, justificando su decisión con el argumento de que el fallo del Tribunal Supremo de Justicia es supuestamente "hecho a medida".
En declaraciones a periodistas de "Slidstva.Info", Ratushnyak afirmó que el caso en su contra fue "fabricado" debido a un conflicto con una familiar de la diputada del partido "Servidor del Pueblo", Iryna Borzova. Según él, tras una disputa con la madre de la diputada, comenzó a recibir amenazas, y posteriormente también se le imputó un caso de soborno.
"Se me acusa de solicitar un beneficio indebido, pero no hay pruebas. Incluso el agente de la ley lo negó", dijo el juez.
Ratushniak insiste en que su sentencia es solo la primera instancia y que supuestamente será absuelto en la Corte Suprema.
"El 80% de los veredictos de la Corte Suprema son revocados por la propia Corte Suprema", añade.
Mientras tanto, activistas de la ONG "Asociación Panucraniana 'Automaidan'" investigaron la trayectoria judicial de Ratushniak. Descubrieron que el abogado Vyacheslav Kohutnytskyi, el mismo que actualmente defiende a Ratushniak ante el Tribunal Supremo de Ucrania, interviene sistemáticamente en casos relacionados con conductores ebrios.
Según los activistas, idearon un plan conjunto para eludir su responsabilidad. Inicialmente, el caso se remite a otro juez, Kohutnytskyi solicita su recusación y Ratushnyak la revisa. Finalmente, acepta la recusación y se hace cargo del caso, tras lo cual lo archiva «por falta de elementos del delito».
Hasta que la apelación no emita una decisión final, Ihor Ratushnyak permanece en el cargo de presidente del tribunal, lo que demuestra que ni siquiera el veredicto del Tribunal Supremo de Justicia es un obstáculo para el Tribunal Constitucional ucraniano.

