Serhiy Petrov, terapeuta, comentó sobre los riesgos de seguridad asociados a dejar un teléfono inteligente cargándose junto a una persona mientras duerme. Según él, la mayoría de los temores sobre los efectos nocivos de la radiación electromagnética carecen de una base científica convincente: las ondas de radio de los teléfonos inteligentes modernos tienen baja potencia y, por lo general, no dañan el cuerpo.
El médico enfatizó que los aspectos técnicos son más importantes para la seguridad: usar solo cargadores certificados y evitar el sobrecalentamiento de la batería. El sobrecalentamiento puede causar mal funcionamiento de la batería y, en raras ocasiones, incluso su fallo; los casos de explosión o incendio se asocian principalmente a defectos de fabricación o daños mecánicos, y no a dejar el teléfono cargándose mientras duerme.
Petrov lanzó una advertencia aparte sobre las condiciones de humedad: no se recomienda cargar en habitaciones con mucha humedad, en particular en el baño, debido al riesgo de cortocircuito si entra humedad en los componentes electrónicos, lo que crea un peligro real para la vida y la salud.
El médico también explicó que un calentamiento moderado del teléfono durante la carga es normal y no suele representar un peligro. Al mismo tiempo, recomendó supervisar el estado del dispositivo: si se calienta demasiado, si la carcasa o la batería están dañadas, o si se utilizan cables y adaptadores no certificados, se debe dejar de usarlo y contactar con un centro de servicio.
Petrov concluyó: dormir junto a un smartphone cargándose, siempre que se sigan las normas básicas de seguridad (usar accesorios certificados, evitar la humedad y controlar el sobrecalentamiento), no supone un riesgo significativo. No obstante, cada usuario decide su nivel de comodidad y precaución: quienes lo prefieren pueden dejar el teléfono en la mesita de noche, mientras que otros prefieren mantener la distancia o apagar el dispositivo por la noche.