Muchas personas piensan que su apetito aparece con demasiada frecuencia, a veces incluso cada hora. Los médicos explican que esta sensación no siempre se asocia con hambre real y puede ser consecuencia de ciertos factores.
Comida demasiado salada, ácida o picante
Estos alimentos irritan la mucosa gástrica y estimulan la producción de jugo gástrico. Como resultado, la persona vuelve a sentir hambre rápidamente. Para reducir el riesgo de comer en exceso, conviene limitar la cantidad de sal y especias en la dieta.
Agua insuficiente
El cerebro suele confundir las señales de hambre y sed. Esto puede llevar a comer en exceso en lugar de beber un vaso de agua. Si tienes hambre, prueba a beber agua primero; es posible que tu cuerpo necesite líquidos.
Falta de dieta
Los refrigerios irregulares y la falta de un horario de comidas claro provocan un shock metabólico en el cuerpo. El estómago no entiende cuándo vale la pena comer y exige constantemente nuevas porciones. Los expertos recomiendan distribuir las comidas uniformemente a lo largo del día, teniendo en cuenta el equilibrio de proteínas, grasas y carbohidratos.
niveles altos de estrés
La comida a menudo se convierte en una forma de obtener placer y aliviar la tensión. En momentos de estrés, el cuerpo busca recompensarse rápidamente, y la forma más fácil de hacerlo es con la comida. En estos casos, otros métodos para reducir el estrés pueden ayudar: la actividad física, la meditación o los paseos al aire libre.
Problemas hormonales
Los cambios hormonales, incluida la disfunción tiroidea, también pueden causar hambre constante. Los médicos afirman que la mayoría de estos trastornos pueden estabilizarse con un estilo de vida saludable y apoyo médico.