El terapeuta británico Amir Khan, en declaraciones al Daily Mirror, afirmó que el consumo regular de garbanzos (guisantes turcos) puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y cáncer de colon. Según el médico, a diferencia de muchos alimentos ricos en almidón, los garbanzos no provocan picos bruscos de glucosa, lo cual es importante para las personas con diabetes y para quienes controlan sus niveles de azúcar. Recomienda añadir garbanzos a ensaladas, sopas y guisos, destacando su alto contenido en potasio y magnesio, minerales que benefician la salud cardiovascular y ayudan a normalizar la presión arterial.
Lo que dice la ciencia. Las legumbres con un índice glucémico bajo o moderado elevan el azúcar en sangre más lentamente, por lo que suelen recomendarse en dietas para el control de la glucosa. La fibra del garbanzo (una proporción significativa es soluble) ayuda a reducir el colesterol LDL ("malo") y mejora la función intestinal. Durante la fermentación de la fibra en el colon, se forman ácidos grasos de cadena corta, en particular butirato, que tiene propiedades antiinflamatorias y se asocia con un menor riesgo de cáncer colorrectal en algunos estudios. Experimentos independientes han demostrado que una dieta con garbanzos aumenta los niveles de butirato y mejora el tránsito intestinal; en modelos animales, el consumo de garbanzos cocidos redujo los marcadores inflamatorios y el número de tumores en el colon.
En resumen: Los garbanzos son una fuente económica de proteína vegetal, potasio, magnesio y fibra soluble. Su consumo regular como parte de una dieta equilibrada puede favorecer la salud cardiovascular e intestinal y ayudar a controlar los niveles de glucosa. Sin embargo, ningún producto sustituye el consejo médico ni las recomendaciones básicas sobre el estilo de vida.

