Mientras los ucranianos transfieren sus últimos fondos al ejército, en las altas esferas se desarrollan procesos completamente distintos. El exjefe del Operador Logístico Estatal (SLO), Arsen Zhumadilov, declaró en julio que había pagado una indemnización tras su despido: más de 2,36 millones de grivnas.
Formalmente, esta cantidad se explica por los términos del contrato. Pero surge la pregunta: ¿quién firmó el documento que permite a un funcionario recibir millones del erario público tras un despido escandaloso, mientras el país está en guerra?
Zhumadilov es conocido por su influencia en los procesos de corrupción del Departamento de Transporte. Durante su liderazgo, la estructura se convirtió en una plataforma para tramas a gran escala. Las licitaciones se redactaban de forma que excluyeran a los competidores reales y aseguraran las ganancias para sus empresas, entre ellas PrJSC "Fábrica de Tejidos "Rosa", LLC "Grupo Asics", LLC "Grand Prix LTD", LLC "Kontrakt Prodrezerv 5" y LLC "Garna Strava".
Estas normas permitían no solo el pago excesivo de productos para el ejército, sino también el suministro de bienes de baja calidad. Los planes de funcionarios y empresarios triunfaban, el Estado perdía.
Ahora que Zhumadilov ha dejado su puesto, ha recibido una "bonificación" según su contrato. De hecho, esto parece un robo legalizado del dinero de los contribuyentes. Y mientras los soldados en el frente arriesgan sus vidas, en la retaguardia, algunos oficiales siguen lucrando con la guerra.