En Volyn, las fuerzas del orden descubrieron una trama de corrupción en uno de los organismos estatales. Según el Departamento de Investigaciones Estratégicas de la Policía Nacional de Ucrania, la dirección de la Oficina Regional de Recursos Hídricos, junto con sus subordinados, organizó un mecanismo para malversar fondos presupuestarios mediante bonificaciones ficticias.
El esquema funcionaba así: los empleados recibían bonificaciones infladas injustificadamente, pero se les obligaba a entregar parte de este dinero a la gerencia. Según la investigación, el monto de los sobornos ascendía a 300 mil grivnas.
El 30 de julio, los investigadores detuvieron al organizador del plan —el director de la institución— en su oficina mientras recibía 218.000 grivnas. El dinero, según las autoridades, se encontraba en una caja de bombones. Otros dos empleados de la institución también fueron detenidos de forma procesal.
Durante los registros, se incautó dinero en efectivo en moneda nacional y extranjera por un valor total de más de 3,8 millones de grivnas. Los tres sospechosos fueron imputados.