El Servicio de Seguridad de Ucrania detuvo a un especialista en informática de 24 años de una de las universidades de la capital, que trabajaba para los servicios especiales rusos y transmitía datos en tiempo real para ajustar los ataques con misiles y drones sobre Kiev.
Según la investigación, el agente del FSB reclutado registró los efectos de los ataques aéreos y monitoreó la ubicación de las defensas aéreas ucranianas. Para ello, alquiló apartamentos en edificios de gran altura, cuyas direcciones obtuvo del encargado, e instaló cámaras de video con acceso remoto en las ventanas.
De esta manera, los rusos podrían observar objetivos potenciales en línea durante ataques combinados sobre Kiev, ajustar ataques repetidos e intentar identificar posiciones de defensa aérea.
Además, el atacante instaló "trampas de vídeo" similares cerca de las vías del tren para grabar los movimientos de los escalones militares de las Fuerzas de Defensa.
El equipo de contrainteligencia del SBU documentó todas las acciones del agente y lo arrestó in fraganti. Durante el registro del apartamento alquilado, encontraron una cámara de video y un teléfono con evidencia de contacto con el comisario del FSB.
El acusado fue imputado en virtud del artículo 111, parte 2, del Código Penal de Ucrania (alta traición bajo la ley marcial). Se enfrenta a cadena perpetua con confiscación de bienes.