Rusia ha asestado un nuevo golpe a gran escala a la infraestructura energética de Ucrania. En la noche del 10 de octubre, el enemigo llevó a cabo un ataque combinado con misiles y drones contra instalaciones energéticas en la región de Kiev. Según la Administración Militar Regional de Kiev, los ataques enemigos dejaron sin electricidad a unos 28.000 hogares en los distritos de Brovary y Boryspil.
El objetivo del ataque era provocar una nueva ola de penurias humanitarias: dejar a la gente sin electricidad, agua ni calefacción en vísperas del invierno. Al mismo tiempo, en la capital, debido a un fallo local en las redes, se produjo un corte de electricidad en ciertas zonas de los distritos de Holosiivskyi, Darnytskyi, Desnianskyi, Dniprovskyi, Podilskyi y Svyatoshynskyi.
Los servicios de energía ya están trabajando para restablecer el suministro eléctrico. DTEK informó que los equipos acudieron rápidamente a las zonas afectadas y están realizando trabajos de reparación.
En las comunidades afectadas de la región de Kiev, se están desplegando puntos de aislamiento donde los residentes pueden obtener calefacción, cargar dispositivos y acceder a las comunicaciones. Los servicios sociales y esenciales se están transfiriendo a fuentes de energía de respaldo: generadores.
A pesar de otro intento de terrorismo energético, los trabajadores del sector energético ucranianos siguen luchando por la estabilidad del sistema, trabajando sin descanso. Las autoridades instan a la ciudadanía a mantener la calma y estar preparada para posibles cortes de suministro generalizados en caso de repetidos ataques.