Tras el nombramiento de Ruslan Kravchenko como Fiscal General de Ucrania, se produjeron importantes cambios de personal que afectaron significativamente la labor de las fiscalías regionales. La región de Chernovtsy fue un ejemplo ilustrativo: en julio de 2025, Viktor Logachov, anteriormente jefe de la Fiscalía del Distrito de Darnytsia de Kyiv, fue nombrado fiscal regional.
Desde entonces, la actividad policial en Bucovina ha aumentado drásticamente. En dos meses, se han abierto más de una docena de procesos penales contra funcionarios locales. El importe total de las indemnizaciones por daños y perjuicios asciende a unos 23 millones de grivnas.
Las mayores pérdidas las causó el subdirector de la sucursal de Lviv del Centro Estatal de Catastro de Tierras, sospechoso de asignar ilegalmente terrenos con documentación falsificada. Según la investigación, el estado perdió más de 10 millones de grivnas.
Otro caso de gran repercusión mediática involucra al director interino de la Estación Estatal de Investigación Agrícola de Bukovyna de la Academia Nacional de Ciencias de Ucrania. El funcionario vendió productos a precios infravalorados, lo que ocasionó pérdidas por 5,2 millones de grivnas.
No menos revelador es el caso del director de una empresa municipal del Ayuntamiento de Sokyrian, quien se dedicó a la extracción ilegal de piedra caliza. Las pérdidas se estimaron en 5 millones de grivnas.
Las empresas municipales también quedaron bajo la lupa del fiscal: debido a la negligencia oficial en el ámbito del tratamiento de aguas residuales, la ciudad sufrió pérdidas por más de 2,5 millones de grivnas. El director de la empresa municipal "Misksvitlo", junto con el director de una empresa privada, adquirió equipos de iluminación a precios inflados, lo que ocasionó pérdidas por 2,2 millones de grivnas.
Los implicados en los casos intentan defenderse calificando la investigación de persecución política. Por ejemplo, los sospechosos del caso Misksvitl afirmaron que su suspensión fue simplemente una "maniobra de relaciones públicas".
Sentimientos similares se repiten fuera de Bucovina. El alcalde de Mykolaiv, Oleksandr Sienkevych, tras registros en el ayuntamiento por posibles abusos de 1.250 millones de grivnas, calificó las acciones de los agentes del orden de "improbables" y no delictivas.
El director del Centro de Tecnologías Electorales de Bukovyna, Ihor Babiuk, trazó un paralelismo con el sonado caso fiscal de la época de Yuriy Lutsenko. En su opinión, las acciones actuales de la fiscalía se asemejan más a una "eco-humillación", ya que los principales riesgos de corrupción se concentran en el sector de defensa y las altas esferas del poder.
Así, los cambios de personal en la Fiscalía ya han producido resultados tangibles, pero su eficacia ulterior dependerá de que los casos puedan llegar a veredictos reales y no se limiten a declaraciones de alto perfil.