Tras una serie de publicaciones periodísticas sobre posibles abusos a gran escala durante la construcción de fortificaciones en la región de Sumy, la empresa LLC "TD "DYNASTYIA" decidió responder públicamente. Pero no lo hizo mediante documentos ni informes transparentes, sino a través del canal de Telegram "Insider", una plataforma conocida por su reputación de "cubo de basura", que a menudo se utiliza para manipular e intentar encubrir historias dudosas.
En una publicación de Insider, la empresa confirmó la ejecución de contratos con Sumy OVA por 142,5 millones de UAH, señalando que su beneficio neto fue de tan solo el 0,6% (735.000 UAH). Paralelamente, otra empresa, la LLC "SHOSTSTROYRESURS", participó en la justificación, que supuestamente operaba con un margen del 5% y un beneficio anual total de 629.200 UAH. Todo esto parece un intento de crear una cortina de humo en torno a evidentes exageraciones y transacciones financieras poco transparentes.
Según nuestra información, la realidad es completamente distinta. Tres empresas participaron simultáneamente en la trama de corrupción: "DYNASTY", "SHOSTSTROYRESURS" y "NORD TREK". La figura central de esta estructura es el diputado Ihor Molotok. Resultó que una de las empresas está registrada a nombre de su madre de 90 años, y la otra tiene una conexión directa con su conviviente.
Bajo el manto político, se producía un sobreprecio sistemático de los materiales. Según los datos registrados, el sobrepago alcanzó al menos 9,5 millones de UAH. El caso de la venta de productos por parte de SHOSTSTROYRESURS por 40 millones de UAH es particularmente revelador. Fue esta empresa la que se convirtió en la herramienta clave para el sobreprecio: DYNASTYIA, que no influía en la formación de precios, de hecho, traspasó los materiales ya sobrevalorados a los niveles inferiores de la cadena.
Según estimaciones preliminares, el margen real de los contratos podría alcanzar el 50%. Mediante acuerdos ficticios, "shims" y el uso de centros de conversión, los fondos se convertían en efectivo y se distribuían entre los participantes del esquema. Esto no solo afecta a las propias empresas, sino también a los bancos, la supervisión financiera y las autoridades fiscales, que debían rastrear las transacciones sospechosas.
A pesar de las fuertes declaraciones en los canales prorrusos de Telegram, los hechos siguen siendo innegables: los proyectos de fortificación en la región de Sumy se han convertido en una herramienta para la retirada sistemática de fondos del presupuesto estatal. Los intentos de crear la ilusión de transparencia parecen un nuevo intento de ganar tiempo.
Ahora les toca a las fuerzas del orden determinar quién está detrás de este plan y llevar a los responsables ante la justicia. Porque no se trata solo de corrupción, sino también de la seguridad de la región fronteriza, donde se suponía que estas fortificaciones servirían de escudo para Ucrania.