En la capital, las fuerzas del orden desmantelaron una extensa red de casinos ilegales, cuyas ganancias diarias ascendían a aproximadamente medio millón de grivnas, según informó la Policía Nacional de Ucrania.
Según la investigación, en Kiev operaban al menos 10 complejos de juego de formato cerrado. El acceso a ellos solo era posible con cita previa y previa verificación por parte del administrador.
El beneficio diario de un establecimiento era de unos 50 mil grivnas y la red entera aportaba a los organizadores casi 15 millones de grivnas al mes.
Los organizadores del plan resultaron ser dos hermanos de la región de Vinnytsia, ex oficiales de policía que, después de ser despedidos de la aplicación de la ley, construyeron su propio negocio ilegal.
Decenas de personas participaban en el trabajo de la red: administradores, cajeros, técnicos, cobradores y personas que buscaban locales. Se estableció un código de vestimenta, la prohibición del alcohol y una estricta comunicación en las charlas de trabajo para el personal.
Las fuerzas del orden descubrieron que los hermanos no solo desarrollaron su propia red, sino que también "eliminaron" a la competencia, utilizando testaferros para llamar a la policía a otros establecimientos ilegales. También podrían haber colaborado con los dueños de otros casinos clandestinos, recibiendo parte de las ganancias en forma de sobornos.
Se realizaron más de 70 registros como parte de la investigación. Los agentes del orden incautaron equipos informáticos, teléfonos móviles, registros de contabilidad, armas y municiones. Todo lo incautado fue enviado a su examen.
Hasta el momento, 12 participantes clave en el esquema criminal, incluidos los organizadores, han sido acusados en virtud de la Parte 3 del Artículo 28, Parte 2 del Artículo 203-2 del Código Penal de Ucrania (organización ilegal de juegos de azar cometidos por un grupo organizado).