Basándonos en el análisis de Anders Pak Nielsen, analista militar y capitán naval del Royal Danish War College, formulamos una serie de conclusiones importantes sobre las perspectivas de una contraofensiva ucraniana en la actual guerra con Rusia.
Dinámica de la guerra: ofensiva y defensiva.
Las operaciones militares se caracterizan por alternar fases ofensivas y defensivas. Desde el comienzo de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia, hemos observado un cambio de iniciativa entre las partes. Durante los primeros seis meses de la guerra, Rusia estuvo a la ofensiva, luego Ucrania lanzó una contraofensiva que duró aproximadamente un año. Sin embargo, a partir del otoño pasado, Rusia volvió a lanzarse a la ofensiva, utilizando importantes recursos. A pesar de esto, los logros de las tropas rusas siguen siendo limitados, lo que hace pensar que su ofensiva se acerca gradualmente al punto culminante.
En la guerra, la defensa permite a las partes acumular recursos y energía, que luego se utilizan para atacar. Este ciclo finalmente culmina cuando se agotan las opciones ofensivas. Es entonces cuando el bando enemigo tiene la oportunidad de lanzar un contraataque, aprovechando el agotamiento del enemigo.
Ucrania se encuentra actualmente a la defensiva, acumulando fuerzas y recursos para una futura contraofensiva. Al recibir ayuda militar de socios occidentales y llevar a cabo una nueva ola de movilización, Ucrania está construyendo una fuerza significativa lista para ser utilizada en el momento apropiado.
Cálculos políticos y militares.
Uno de los factores clave que afectará el momento de la contraofensiva ucraniana es la situación en el ámbito político, en particular los resultados de las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Si Joe Biden es reelegido, es probable que continúe el apoyo militar estadounidense. Al mismo tiempo, la victoria de Donald Trump puede provocar cambios en la política de ayuda militar a Ucrania. Por tanto, los dirigentes ucranianos deberían tener en cuenta esta incertidumbre en sus planes estratégicos.
¿Cuáles son los riesgos?
Ucrania debería elegir entre dos enfoques: lanzar una contraofensiva inmediatamente después de la culminación de la ofensiva rusa o permanecer a la defensiva para seguir acumulando recursos. Una contraofensiva rápida podría tener ventajas políticas, elevar la moral y romper la narrativa de la invencibilidad rusa. Al mismo tiempo, existe el riesgo de que no se complete el entrenamiento de las brigadas y que la situación política en Estados Unidos afecte el suministro de armas.
Ucrania necesita tener en cuenta ambas estrategias, basándose en el análisis de la situación en el frente y los factores políticos. Nielsen cree que el factor decisivo para determinar el momento de la contraofensiva serán los resultados de las elecciones estadounidenses. Hasta entonces, las fuerzas ucranianas probablemente continuarán con las acciones defensivas, preparándose para posibles contraataques locales, para no perder oportunidades y mantener la actividad militar.
En última instancia, la estrategia de Ucrania debería ser flexible y adaptable, preparada para cambios tanto en el campo de batalla como en la política internacional.