En la frontera con Eslovaquia, guardias fronterizos del destacamento Chop descubrieron una trama de tráfico ilegal de hombres en edad militar. Un sacerdote de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana estaba involucrado en la transacción, según informó el Servicio Estatal de Fronteras.
En el distrito de Uzhgorod, guardias fronterizos detuvieron un Mercedes que se dirigía a la frontera estatal. Al volante iba un monje de 50 años de uno de los monasterios de Transcarpatia.
Durante la inspección del vehículo, los agentes del orden encontraron a un "pasajero", un hombre de 41 años residente de la región de Sumy. Estaba oculto en el asiento trasero, bajo la sotana, para poder llegar a los controles sin ser detectado.
El sacerdote admitió haber aceptado ayudar al hombre por una recompensa de 10 mil dólares estadounidenses. Recogió al "cliente" en Kiev y planeó llevarlo a la frontera. El pago final se realizaría tras cruzar con éxito la frontera estatal.
El grupo de investigación y operaciones de la Policía Nacional acudió al lugar. Las acciones del monje se consideran indicios de un delito tipificado en el artículo 332, parte 3, del Código Penal de Ucrania: tráfico ilegal de personas a través de la frontera estatal. La pena prevista en dicho artículo es de siete a nueve años de prisión con confiscación de bienes.
En lo que respecta al "pasajero", se han elaborado materiales de conformidad con el artículo 204-1 del Código de Ucrania sobre Infracciones Administrativas: cruce ilegal o intento de cruce ilegal de la frontera estatal.