Otro terremoto sacudió Ucrania esta mañana, 15 de diciembre. Según el Centro Principal de Control Especial, los temblores se registraron a las 06:12 en el distrito de Dunayevets, en la región de Jmelnitski. Según parámetros preliminares, la magnitud fue de 1,7 y el epicentro se localizó a una profundidad de unos cinco kilómetros.
Los expertos señalan que este tipo de actividad sísmica se clasifica como apenas perceptible. Para la mayoría de las personas, estos temblores suelen ser imperceptibles, aunque los sistemas de instrumentación los registran con bastante claridad.
Este fue el cuarto terremoto en los últimos días. El 11 de diciembre, los sismólogos registraron temblores en la región de Ternópil con una magnitud de 2,9; este terremoto fue palpable. La tarde del 12 de diciembre, se registró actividad en el Mar Negro, a 12 kilómetros de la costa de Crimea, donde la magnitud alcanzó los 4,4. Al día siguiente, el 13 de diciembre, se produjo un terremoto en el distrito de Dniéster, en la región de Chernovtsy, con una intensidad de 2,5 puntos y apenas perceptible.
Los sismólogos enfatizan que la serie de episodios no indica la proximidad de un fuerte terremoto, sino un aumento de la actividad en ciertas zonas de la corteza terrestre. Los científicos continúan monitoreando y los datos se transmiten con prontitud a los servicios pertinentes.
Anteriormente, Dmytro Hryn, investigador principal del Instituto de Geofísica de la Academia Nacional de Ciencias de Ucrania, llamó la atención sobre otro aspecto de los riesgos: el estado de los edificios tras los numerosos bombardeos. Según él, muchas estructuras en las zonas afectadas han perdido parte de su resistencia sísmica, lo que pone en duda su capacidad para resistir incluso terremotos débiles de 3-4 puntos. Los expertos creen que el problema requiere una evaluación sistemática y la toma de decisiones individuales para el fortalecimiento de las estructuras de emergencia.

