Las hostilidades en Ucrania ya llevan casi dos años y no podemos esperar un final rápido, escribe Die Welt.
Además, el jefe del Kremlin, Vladimir Putin, tiene todos los motivos para ser "valiente", porque Occidente no logró aislar a Rusia y su economía resultó ser mucho más estable de lo esperado.
Moscú también puede presumir de victorias en el campo de batalla. Repelió con éxito el contraataque ucraniano y también ocupó la ciudad estratégicamente importante de Maryinka. Además, Rusia ha aumentado significativamente la producción de armas, pero las Fuerzas Armadas están experimentando una grave escasez de equipamiento y, especialmente, de municiones . Esto se debe en gran parte al hecho de que ahora el apoyo de Occidente a Kiev ha comenzado a debilitarse.
Los EE.UU. y la UE están actualmente demasiado inmersos en sus problemas internos. Además, parte de los recursos fue retirada por Israel. Sí, y en general, Occidente está abrumado por el cansancio de las hostilidades y cada vez más se piensa en la posibilidad de negociaciones de paz.
Rusia, por el contrario, logró conseguir el apoyo de nuevos socios, concretamente los países del llamado Sur Global. China, Sudáfrica, India y Brasil no apoyaron sanciones contra el Kremlin. Además, Moscú está profundizando la cooperación militar con Nueva Delhi y Teherán.
Dentro del país, el apoyo a Vladimir Putin también ha aumentado, pero, por el contrario, la presión sobre Volodymyr Zelensky está creciendo. Sus promesas de victoria y adhesión a la UE no se hicieron realidad. Las medidas de movilización son extremadamente impopulares en el país. También está en conflicto con los dirigentes militares del país. Todo esto también favorece a Rusia.