En Ucrania ha aparecido un nuevo tipo de fraude dirigido a familiares de militares de las Fuerzas Armadas de Ucrania que fueron capturados por los ocupantes rusos. Dmytro Lubinets, el Comisionado de Derechos Humanos de la Rada Suprema, advirtió a los ciudadanos a través de su página de Facebook sobre este peligroso método de extorsionar a las familias de militares ucranianos.
Según sus palabras, los estafadores, al enterarse de que Ucrania ha realizado un nuevo intercambio de prisioneros con el país agresor, crean cuentas en las redes sociales. Se posicionan como prisioneros de guerra supuestamente liberados o ex prisioneros de guerra que ya están en servicio y prometen proporcionar información sobre soldados y oficiales a quienes "vieron en cautiverio" o "tienen información sobre ellos". Al mismo tiempo, los delincuentes piden dinero para ellos o para "personas que se dedican a esto".
Lubinets dijo que los estafadores en el mensajero Telegram crean canales especiales para extorsionar a familiares de prisioneros de guerra ucranianos con dinero y datos personales. Las personas que están preocupadas por el destino de sus seres queridos no se dan cuenta del engaño y están dispuestas a pagar dinero a los estafadores.
El Defensor del Pueblo instó a los ucranianos a confiar únicamente en la información oficial sobre los militares capturados por los ocupantes. No es posible enviar dinero, porque la promesa de supuestamente proporcionar información o ayudar con una liberación es un engaño.
En cuanto al intercambio de prisioneros de guerra, debe comunicarse únicamente con los órganos autorizados de las autoridades estatales. Puede obtener información fiable sobre la búsqueda de sus familiares desaparecidos en la Oficina para Personas Desaparecidas en Circunstancias Especiales (teléfono de atención directa 1698).
Durante tiempos de guerra, los estafadores llaman y envían mensajes de texto a ciudadanos ofreciendo sus servicios a prisioneros de guerra supuestamente libres. Los delincuentes se hacen llamar voluntarios, periodistas o representantes del país agresor. Por sus servicios, solicitan transferir dinero a su tarjeta. También extorsionan a ciudadanos crédulos los datos personales de un militar desaparecido.
Por ejemplo, en diciembre de 2024, agentes del orden detuvieron a un residente de la región de Kiev, que extorsionó a la esposa de un defensor de "Azovstal" capturado con casi 1 millón de grivnas. El estafador convenció a la víctima de que ella supuestamente tenía sus propios vínculos con la administración de la prisión rusa donde se encontraba recluido el militar ucraniano. A cambio de una recompensa monetaria, prometió "ayudar a acelerar" el proceso de regreso a casa de un militar capturado. El estafador intimidó a la víctima diciéndole que si no entregaba el dinero habría muy malas consecuencias para el cautivo.
Sobre la base de este hecho, los agentes del orden abrieron un proceso penal en virtud de la parte 4 del artículo 190 del Código Penal de Ucrania (fraude). El autor se enfrenta a una pena de prisión de 3 a 8 años.