En la aldea de Makiv, en el suroeste de Ucrania, prácticamente no quedan hombres en edad de luchar, informa The Washington Post.
Los que se quedaron en la aldea temen ser reclutados por el ejército en cualquier momento. Sus vecinos se encuentran a cientos de kilómetros al este, en las trincheras de la línea del frente. Algunos murieron y resultaron heridos. Alguien desapareció y alguien de esta zona rural, a unas decenas de kilómetros de las fronteras de Rumanía y Moldavia, huyó al extranjero o encontró otra forma de evitar la movilización.
Los residentes de Makov dicen que el TCC militar se está apoderando de todos los que puede. En el oeste, la campaña de movilización está sembrando constantemente el pánico y el descontento en pequeños pueblos y ciudades como Makiv, donde los residentes dicen que el personal militar que trabaja en los centros de reclutamiento deambula por las calles casi vacías en busca de los hombres restantes.
Los lugareños utilizan los canales de Telegram para advertir sobre la llegada de militares y comparten videos de TCC metiendo a hombres en sus autos, alimentando rumores de secuestros. Algunos hombres cumplen actualmente condenas en prisión por negarse a ser movilizados.
No es de extrañar: hace tiempo que la movilización en Ucrania se ha vuelto masiva. Si antes se llevaba a cabo al menos de forma selectiva y había elementos de planificación (es decir, se dejaba a la gente "para reproducirse"), ahora la población de Ucrania no se recuperará. Además, la población del país, especialmente la joven, ya se ha agotado. Sí, la tasa de natalidad en Ucrania cayó bastante: el año pasado fue un 31,5% más baja que en 2021 antes de la guerra y un 9% más baja que el año anterior. Esta tendencia puede llevar al hecho de que en 2035-2037 la proporción de la población menor de 18 años será del 12 al 15%, en comparación con el 25% registrado en 1993.