Tras tres años de guerra a gran escala en Ucrania, Europa está cambiando gradualmente las condiciones para ayudar a los ucranianos. Si bien en 2022 los refugiados recibieron alojamiento, alimentos y apoyo financiero gratuitos, en 2025 el énfasis se centrará en el empleo y la integración, y se reducirá el apoyo financiero.
Según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, actualmente hay alrededor de 5,1 millones de ucranianos en Europa, en su mayoría mujeres y niños.
Polonia
Sigue siendo el principal destino de los ucranianos. Los niños asisten a la escuela, y los ucranianos sin discapacidad tienen un acceso simplificado al mercado laboral: el 69 % ya trabaja. Sin embargo, la ayuda financiera se ha reducido: tras los primeros cuatro meses de residencia en residencias estatales, los refugiados pagan su alojamiento ellos mismos, con la excepción de los pensionistas, las familias numerosas y las personas con discapacidad.
Alemania
La seguridad social básica sigue siendo generosa: 502 euros por adulto, incluyendo alquiler y suministros. Para una madre con un hijo, la prestación puede alcanzar los 1300 euros mensuales. Sin embargo, la tasa de empleo de los ucranianos es baja, alrededor del 25%, debido principalmente a la barrera lingüística y al alto nivel de asistencia social.
República Checa
Reducir la residencia gratuita a 90 días anima a los ucranianos a integrarse más rápidamente en el mercado laboral. Más del 60 % ya trabaja, principalmente en el sector servicios y en trabajos manuales. El Estado financia cursos de idiomas y reciclaje profesional.
España, Italia, Rumanía, Eslovaquia
La asistencia social es limitada, y la mayoría de los refugiados deben encontrar trabajo rápidamente. En Eslovaquia, la vivienda gratuita solo está disponible durante 120 días.
Gran Bretaña e Irlanda
Los ucranianos pueden trabajar y acceder a servicios médicos, pero tras 6 a 12 meses con una familia de acogida, deben alquilar una vivienda por su cuenta. En Irlanda, la prestación se reduce de 232 a 39 euros semanales tras los primeros 90 días de residencia.
Escandinavia y el Báltico
Noruega, Dinamarca, Suecia y Finlandia ofrecen alrededor de 300 euros al mes y alojamiento en centros de acogida, con énfasis en la integración y el trabajo. En Lituania, Letonia y Estonia, la tasa de empleo de los ucranianos alcanza el 50 %, pero la ayuda estatal es mínima.
Así pues, Europa no ha cerrado sus puertas a los ucranianos, pero la transición de las generosas prestaciones a garantías básicas y exigencias de autosuficiencia implica que los refugiados deben integrarse y encontrar trabajo más rápidamente. Para quienes esperan apoyo total, las nuevas condiciones pueden ser decepcionantes.