Hoy, 23 de diciembre, los creyentes ortodoxos honran la memoria de San Teódulo de Creta y de nueve mártires que murieron por la fe cristiana en el siglo III. Se convirtieron en un ejemplo de firmeza y devoción a los ideales cristianos durante las crueles persecuciones del emperador Diocleciano.
Feódulo era un lector en la iglesia de Tesalónica. En la vida del santo se dice que un día tuvo un sueño en el que un hombre vestido con ropas ligeras le entregaba un anillo con una cruz. Con el tiempo, este anillo se convirtió en una fuente de curación para muchas personas. Feodulus predicó incluso en prisión, convirtiendo a otros prisioneros al cristianismo. Junto con otros nueve creyentes fue arrojado al mar por negarse a renunciar a su fe.
Los creyentes que siguen el antiguo calendario juliano recuerdan hoy a los mártires Mina, Hermógenes, Evgraf y San Joasaph de Bélgorod.
El 23 de diciembre se llamaba popularmente Fedul Zymov. Se creía que las mascotas necesitaban una protección especial en este día, por lo que los dueños les prestaban más atención. También era costumbre hornear galletas magras en forma de figuras de animales, que se suponía que debían proteger la casa del mal.
Según los signos populares, el clima en Fedul Zimovy determina las heladas invernales y la futura cosecha. Un cielo despejado presagia un frío intenso y las nevadas, una buena cosecha el próximo año.
Hoy, la iglesia advierte contra las riñas, las calumnias y otros pecados. Especialmente no se recomienda trabajar con objetos afilados, porque hay señales de que un corte en este día promete enfermedades durante todo el año.
Para quienes ayunan, este día es otra oportunidad de limpieza espiritual y oración. Se dirigen oraciones a San Feódulo pidiendo ayuda para gestionar la economía y proteger a los animales domésticos.
El Día del Ángel lo celebran el 23 de diciembre Vasyl, Ivan, Makar, Pavlo, Naum, Feodul y, según el estilo antiguo, Angelina, Yevhen, Victoria, Ivan, Stepan.
Este día recuerda la importancia de las buenas obras, el cuidado de los seres queridos y la preparación para la Navidad. Las tradiciones festivas nos alientan a permanecer abiertos al crecimiento espiritual y al amor por nuestro prójimo.