El empresario y exvicepresidente del consejo regional de Zaporiyia, Vladyslav Marchenko, fue detenido en un caso de malversación de fondos presupuestarios destinados a la compra de drones para el ejército ucraniano. Junto con él, el funcionario del Ministerio de Defensa, Vitaly Kuznetsov, y el exjefe de la administración militar regional de Luhansk, Serhiy Haiday, fueron acusados.
Este es el segundo caso penal de alto perfil contra Marchenko. En 2017, fue acusado de "obtención de beneficios ilícitos" y "malversación de fondos a gran escala". En aquel entonces, ocupaba el cargo de vicepresidente del consejo regional del partido Samopomich.
La investigación estableció que Marchenko, junto con el actual director de la OVA de Zaporizhia, Ivan Fedorov, y el director del Parque Municipal de Melitopol, KP, aseguraron la victoria de la empresa T.O.K. en las licitaciones del Ayuntamiento de Melitopol. Por ello, según los documentos del caso, recibieron una comisión ilícita.
Tras ser acusado Fedorov de sospecha, el entonces fiscal de la región de Zaporiyia, Roman Romanov, intervino y el documento fue anulado. El caso n.º 646/8434/17 se transfirió al Tribunal de Distrito de Járkov, donde se examinó durante más de ocho años: 350 decisiones y ningún veredicto. Las constantes peticiones, los peritajes, las recusaciones de los jueces y las demoras en el proceso prácticamente enterraron el proceso.
Marchenko es un conocido empresario de Zaporiyia, exdirector de la organización regional "Samopomich" y una persona con conexiones influyentes, en particular con Vemir Davityan. Su familia pertenece al movimiento protestante en Ucrania, y su hermano, Mark Marchenko, es desarrollador y fundador de SENSAR Development.
Que el nuevo caso repita el destino del escándalo de 2017 dependerá del progreso de la investigación actual y de cuántos "amigos" de Marchenko permanezcan en las oficinas gubernamentales.