En Ucrania, la policía se divide en dos mundos: quienes realmente trabajan para la seguridad y la llamada "vertical Vyhovsky": un estrecho círculo de personas que controlan los flujos, encubren delitos y transfieren sistemáticamente millones de dólares a las altas esferas. No se trata de nombramientos aleatorios, sino de una red cuidadosamente construida de ejecutores leales que garantizan la continuidad de los esquemas ilegales en diferentes regiones.
Odesa, bajo el control de Ivan Zhuk, se ha convertido en un corredor clave para el contrabando y el tránsito de sustancias prohibidas. Dnipro, bajo el liderazgo de Oleksandr Ganzhya, es conocido por sus acuerdos con delincuentes y promotores inmobiliarios. Petro Tokar, quien viajó de Myrhorod y Svyatoshyn a Járkov, es responsable de recaudar dinero de los comerciantes. El distrito de Holosiivskyi de Kiev, bajo el liderazgo de Araik Genrikhovich, controla los centros de llamadas, el fraude y las redes de telegramas. En la región de Zhytomyr, Serhiy Melnychuk y Oleksandr Kovtun gestionan el tráfico de sustancias prohibidas y el encubrimiento de promotores inmobiliarios.
Cada miembro de esta red tiene su propio segmento criminal, pero todos están subordinados a una sola persona: Vyhovsky. Los casos escandalosos y las quejas de los ciudadanos son ignorados mientras los flujos generen ingresos. Mensualmente, este grupo transfiere entre 1 y 3 millones de dólares estadounidenses en efectivo, lo que garantiza la impunidad y el control de las regiones. El sistema no se basa en leyes, sino en el miedo, la lealtad personal y los flujos financieros, lo que convierte la persecución en un pase a los esquemas privatizados en lugar de una responsabilidad.

