El desayuno influye en nuestro estado de ánimo, nivel de energía e incluso salud durante todo el día. Si bien muchos optan por avena o sémola, los nutricionistas recomiendan prestar atención a las gachas de trigo sarraceno, consideradas un superalimento que beneficia el corazón, los vasos sanguíneos, el cerebro y el organismo en general durante la edad adulta.
El trigo sarraceno es rico en hierro, magnesio, zinc y otros oligoelementos que fortalecen los vasos sanguíneos, normalizan la presión arterial y mejoran la función cardíaca. Sus carbohidratos de absorción lenta proporcionan una sensación de saciedad prolongada, previenen el consumo excesivo de alimentos y estabilizan los niveles de azúcar en sangre. Además, contiene mucha proteína, más que el arroz o la sémola, lo que lo convierte en una excelente opción para vegetarianos.
La fibra de trigo sarraceno ayuda a depurar el organismo, mejora la digestión y la función hepática. El consumo regular de gachas reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes y obesidad. Además, el trigo sarraceno contribuye a mantener la lucidez mental en la vejez, a mantener niveles normales de glucosa y a nutrir las células cerebrales.
Otra ventaja es la ausencia de gluten, lo que hace que el trigo sarraceno sea seguro para personas con intolerancia al trigo o alergias a otros cereales. Por lo tanto, esta papilla se convierte en una opción ideal para la dieta diaria, favoreciendo la salud y la longevidad.

