El analista Oleksiy Kopytko destaca el aumento previsto de publicaciones con escenarios de una hipotética ocupación de Járkov por parte de los rusos. Pero el estado de ánimo de la gente que aún permanece en la ciudad se nota: aquí nada brilla para el enemigo, excepto la vergüenza y la humillación.
Vi otra ola de materiales de diversos grados de decadencia sobre el tema de la hipotética ocupación de Járkov por los rusos. Lo comprobé específicamente: el 15 de diciembre publiqué una publicación sobre el hecho de que habrá muchas más predicciones y "planes para capturar" Járkov. Y habrá muchos de ellos. Y cuanto más lejos, más aterrador, con imágenes. Mañana intentaré contribuir plenamente a este festival de pánico e histeria.
Dos líneas cortas por ahora.
En primer lugar, no lea/escuche a varios adivinos y otros infogitanos que parasitan el tema de la defensa y estiman la probabilidad de un ataque a Járkov basándose en los patrones en la alfombra de sus paredes. Incluyendo los occidentales, son aún peores, ni siquiera tienen alfombras. Si desea seguir la situación en el frente y las opciones para su desarrollo, lea a Kostyantyn Mashovets. Como todos los demás, Kostya puede cometer un error, pero es un profesional, no habrá adivinación basada en el desove de los peces y en la guía "Danzas populares de África".
Segundo. Cuando, en el contexto de lo que está sucediendo, los colegas de países amigos me preguntan por qué hay tanta gente en Járkov, respondo con sinceridad. Entre mis familiares, amigos y conocidos se encuentran destacados representantes de la sociedad urbana, científicos y trabajadores de la cultura, ingenieros, profesores y empresarios. Personas profundamente inteligentes, en general. Y también la gente corriente, los vecinos, un amplio sector. Casi todo el mundo tiene una motivación muy clara para quedarse en Járkov, pase lo que pase, para participar o apoyar a la defensa. La motivación se reduce a la tesis "¿Qué pasa con x@& este p@$%ram!" y está redactado casi palabra por palabra. Por lo tanto, el pronóstico: no será fácil, pero en Kharkiv los rusos no tienen más que vergüenza y humillación.