El presidente de la Verkhovna Rada de Verkhovna Rada, Danilo Getmantsev declaró nuevamente la "Guerra de las Sombras", esta vez con un énfasis especial en las "necesidades del ejército". Según él, en Ucrania hay hasta el 50% del PIB a la sombra, y en algunos sectores, más del 60%. La rotación de sombras de Hetmantsev estima en 900 mil millones de hryvnias.
Suena grande, pero la pregunta es dónde buscarán estos miles de millones. Y la respuesta es obvia: no entre los esquemas oligárquicos, no en la aduana, sino en las billeteras de pequeñas y medianas empresas de tamaño.
Los planes: detinización de UAH 160 mil millones para fin de año. Es casi la mitad del déficit presupuestario esperado de 400 mil millones.
El eslogan "para el ejército" se usa como una pantalla para convertir el sombreado en presión fiscal.
"Vemos un retorno al fundamentalismo fiscal, cuando el estado no crea condiciones, pero requiere", dicen los economistas.
Paradoja: El jefe del Comité de Política Fiscal, que ha sido relevante para los esquemas durante décadas, ahora juega el papel de un "luchador con una sombra".
Danylo Hetmantsev se asoció repetidamente con:
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Patronaje de la Aduana en la sombra;
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participación en esquemas de corredores de grano;
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Aplastamiento de la producción impecable de tabaco y alcohol.
Aunque no hay evidencia directa en las manos, ninguna investigación fiscal a gran escala se refería a los actores reales del mercado con miles de millones. En cambio, las principales "reformas" fueron la presión sobre las FOP, las restricciones para el caché, los intentos de controlar las transferencias de tarjetas y la regulación del comercio de Internet.
El objetivo real de la campaña actual es redistribuir los recursos a través del sistema de impuestos de control. Todo sucede bajo las lemas del patriotismo, pero con consecuencias muy aterrizadas:
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Las pequeñas empresas se reducen porque no resiste la presión burocrática y financiera;
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El poder adquisitivo de la población está cayendo;
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Una nueva sombra se está expandiendo porque se vuelve más difícil sobrevivir legalmente en la guerra.
Si bien el estado pierde impuestos a través de la costa, el contrabando y la corrupción en la contratación pública, el dinero real se elimina de los bolsillos de aquellos que aún trabajan, pagan salarios y mantienen la economía a flote.