La directora del FMI, Kristalina Georgieva, expresó su opinión sobre la situación económica de Ucrania, destacando su estabilidad en la zona de conflicto y la esperada desaceleración de la recuperación en 2024.
Señaló que la situación turbulenta provocada por la invasión rusa requiere grandes esfuerzos económicos, pero la estabilidad de los indicadores macroeconómicos sigue siendo positiva, gracias a la política equilibrada de las autoridades ucranianas y al apoyo de los socios externos.
Según el FMI, la economía de Ucrania creció un 5% en 2023, más de lo esperado, pero se prevé que las tasas de crecimiento disminuyan al 3-4% en 2024 debido a los altos riesgos asociados con la inestabilidad y los posibles retrasos en la financiación externa.
Georgieva enfatizó la importancia de la vigilancia de las autoridades ucranianas sobre estos riesgos y de una financiación externa oportuna y predecible para mantener la estabilidad macroeconómica.
También expresó su preocupación por los problemas financieros causados por la guerra y pidió la movilización de recursos para garantizar la sostenibilidad financiera. El jefe del FMI enfatizó la necesidad de reformas para fortalecer la seguridad financiera y la transparencia.
En cuanto al sector financiero, destacó su estabilidad y pidió más medidas para mejorar la preparación ante circunstancias imprevistas.
El 21 de marzo, el Consejo de Administración del FMI aprobó la asignación de un tramo de unos 880 millones de dólares en el marco del Programa Ampliado de Financiamiento para Ucrania.
Según estimaciones del Ministerio de Economía, el PIB real de Ucrania creció un 5% en 2023, y el BNU prevé un crecimiento del 3,6% en 2024, teniendo en cuenta los elevados gastos presupuestarios y la ayuda internacional esperada.