Las huelgas exitosas de Ucrania en los aeródromos militares rusos, así como otro daño al puente de Crimea, pueden ser un punto de inflexión en la guerra. Los analistas occidentales escriben al respecto, incluido el Wall Street Journal y la conversación , enfatizando que estas acciones testifican al comienzo de una nueva fase de conflicto.
La edición estadounidense de WSJ señala que la guerra va más allá de la posición del punto muerto. En ambos lados, existe un deseo notable de escalada, y los intentos de asentamiento diplomático, en particular a través de los Estados Unidos, se están volviendo menos realistas.
En las últimas semanas, Rusia ha disparado intensamente a Ucrania con cohetes y drones, atacando la infraestructura civil, los cuartos residenciales y las instalaciones de energía. Docenas de civiles son víctimas. Sin embargo, en este contexto, la respuesta ucraniana está ganando una nueva calidad.
Los golpes inesperados de puntos, en particular con la participación de la SBU, socavan las capacidades militares de Rusia y indican la capacidad de Ucrania para actuar asimétricamente. Según los expertos occidentales, los golpes en las instalaciones militares traseras, así como las desviaciones en el puente de Crimea, pueden tener "consecuencias geopolíticas de mayor alcance".
Los analistas de la conversación dicen que los ataques masivos de drones ucranianos en aviones rusos son cuestionados por la capacidad de la Federación Rusa para proteger sus objetos estratégicos. También extiende la idea de alcanzar los objetivos rusos para las fuerzas ucranianas, incluso mucho más allá de la línea del frente.
De hecho, según los observadores, la guerra va a un nuevo nivel, donde el factor de sorpresa y precisión puede superar la ventaja numérica o las armas a gran escala.