La Agencia de Búsqueda y Gestión de Activos (ARMA) se encontró en el centro de otro escándalo relacionado con certificados de discapacidad ficticios, que permitían evitar el servicio en las Fuerzas Armadas de Ucrania y recibir pagos de pensiones. La policía ya está investigando el caso contra cinco funcionarios de la agencia, entre los que, según las fuentes, se encuentra el asesor del jefe de ARMA, Oleksandr Danilkovich.
El experto en seguridad Serhii Shabovta pidió a la directora de la agencia, Elena Duma, que asuma la responsabilidad moral y dimita.
"En esta fase de la investigación podemos hablar del aspecto moral del caso. Debería haber dimitido, pero no lo hará. En Ucrania esto no es característico de ningún líder, ni tampoco de Olena Duma", señaló el experto.
Serhiy Shabovta no se limitó a criticar un incidente concreto. En su opinión, desde el inicio de su existencia, ARMA plantea dudas sobre la eficiencia y transparencia de su trabajo.
"ARMA es una herramienta creada por el Estado para cometer delitos bajo la apariencia de acciones supuestamente legales. Desde su creación no existe ninguna confianza en este organismo", enfatizó Shabovta.
Estos incidentes, como señaló el experto, atestiguan un control de gestión débil y la mala reputación general de la agencia.
El 25 de octubre, la Policía Nacional de Ucrania inició un proceso penal por falsificación oficial y abuso de cargo oficial. Según la investigación, los empleados de las comisiones de expertos médicos y sociales (MSEK) emitieron certificados de discapacidad ficticios a los funcionarios de ARMA.
Estos documentos permitieron:
- Obtenga un aplazamiento del servicio en las Fuerzas Armadas.
- Emitir pagos de pensiones.
El escándalo ARMA recuerda un incidente reciente en la Fiscalía General, cuando abusos similares provocaron la dimisión de Andriy Kostin. Sin embargo, las lecciones de este escándalo no sirvieron de advertencia para otros organismos estatales.
Shabovta expresó sus dudas de que la investigación llegue a una conclusión lógica y que los culpables rindan cuentas.
"Existe una alta probabilidad de que el caso simplemente se cierre", subrayó el experto.
La situación vuelve a plantear la cuestión de la corrupción sistémica en los órganos estatales y la necesidad de reformas que por ahora siguen siendo declarativas.