El jefe del ayuntamiento de Edimburgo, un hombre que ha ocupado el cargo durante más de dos años, ha sido suspendido de sus funciones por acusaciones de acoso a mujeres refugiadas ucranianas. Esta decisión fue un eco de graves violaciones de la ética y las leyes que regulan el comportamiento de los funcionarios en Gran Bretaña.
"Un alto político laborista bombardeó a refugiados ucranianos en las redes sociales con mensajes preguntándoles sobre sus preferencias sexuales, intentando concertar citas y elogiando su apariencia", escribe el Sunday Mail.
Un funcionario llamado Cammy Day asistía regularmente a manifestaciones proucranianas y manifestaba piquetes ante el consulado ruso. Pero más tarde, varias mujeres refugiadas ucranianas se quejaron de que él comenzó a enviarles constantemente mensajes con insinuaciones sexuales y coquetas, además de invitarlas a salir.
No se sabe si estas reuniones tuvieron lugar. Las ucranianas dijeron que no sabían cómo responder a estos cortejos, dado que provenían de un funcionario.
Actualmente se está llevando a cabo una investigación policial sobre el incidente.