Después de que la pandemia de COVID-19 sacudiera al mundo entero, las autoridades sanitarias mundiales se están preparando activamente para nuevos brotes de infecciones que pueden representar una grave amenaza para la humanidad. La malaria, el VIH y la tuberculosis se encuentran entre los mayores desafíos que enfrentan las autoridades sanitarias. Estas enfermedades se cobran más de 2 millones de vidas al año y siguen causando preocupación en la sociedad.
Sin embargo, el virus de la gripe A del subtipo H5N1, conocido como "gripe aviar", está atrayendo hoy en día especial atención. El virus se ha encontrado durante mucho tiempo en aves domésticas y silvestres, como los pollos, pero recientemente se ha informado en ganado lechero en los Estados Unidos y en caballos en Mongolia. Por lo tanto, las autoridades médicas comenzaron nuevamente a prestar atención al peligro de transmisión del virus a los humanos.
En 2023, hubo 61 casos de gripe aviar en los Estados Unidos, un aumento significativo con respecto a años anteriores. Al mismo tiempo, la mortalidad humana por este virus llega al 30%, lo que convierte al H5N1 en una grave amenaza para la salud pública. Aunque actualmente el virus no se transmite de persona a persona, los estudios han demostrado que una sola mutación podría cambiar esta situación, permitiendo que el virus se propague entre las personas y se convierta en el origen de una nueva pandemia.
Dado el riesgo, el gobierno del Reino Unido ya ha comprado 5 millones de dosis de vacuna contra la gripe aviar en preparación para posibles amenazas en 2025. Este paso forma parte de una estrategia general destinada a prepararse para una pandemia, así como a prevenir posibles consecuencias socioeconómicas de la propagación del virus entre los animales.
Aunque la gripe H5N1 no puede transmitirse entre humanos, ya se están sintiendo sus efectos en la salud animal, la economía y el suministro de alimentos. Por lo tanto, la preparación para tales amenazas es extremadamente importante.
Estos desafíos respaldan el concepto de "una sola salud", que enfatiza la importancia de la relación entre la salud de las personas, los animales y el medio ambiente. Sólo mediante el estudio de estas conexiones y la respuesta oportuna a nuevas amenazas la humanidad podrá combatir eficazmente las enfermedades infecciosas en el futuro.
La propagación de virus como el H5N1 obliga a la comunidad mundial a movilizarse y estar preparada para cualquier escenario. Por lo tanto, es importante no sólo vacunar y monitorear activamente la situación, sino también fortalecer la cooperación internacional en la lucha contra infecciones que pueden convertirse en una amenaza para la seguridad global.