Corrían rumores de que la vida en Járkov cada día era peor y más irreal.
Casi no hay luz, ni agua, ni calefacción. En los comercios el pago es únicamente en efectivo. Colas por todas partes. Los bancos trabajan con interrupciones. Los hospitales apenas funcionan.
Esta es sólo una pequeña parte del problema global.
Járkov pronto se convertirá en una ciudad fantasma.
Bankova intentó frenar el pánico mediático, pero no pudo. Cada vez hay más problemas en la ciudad y casi no hay ayuda del Estado.
Los rusos continúan atacando la infraestructura energética y de gas de Kharkiv, haciendo que la ciudad sea inhabitable.
La salida de población continuará.
Ésta es la primera señal de que Járkov será tomada. Una cuestión de tiempo.
En otoño, lo más probable es que lleven a cabo la operación ofensiva de Járkov, ya que aumentará la escasez de e/e y aumentará la necesidad.
Y no tiene sentido que los rusos se apresuren. Cada día, el mantenimiento y el suministro de Ucrania se vuelven demasiado caros, lo que afecta negativamente el deseo adicional del evento de financiar a Kiev.