Las parejas que parecen perfectas a menudo se esconden detrás de la fachada de sonrisas y la risa sincrónica una verdadera dinámica, que consolidan su asociación o la come lentamente. El psicólogo Mark Trever está convencido de que no es romance o evita conflictos, sino los hábitos que pueden no parecer glamorosos en absoluto, incluidas disputas, requisitos y honestidad en pequeñas cosas diarias.
Según Trevers, las relaciones fuertes no se basan en la evitación de conflictos, por el contrario, crecen debido a la interacción constructiva en momentos difíciles. Un estudio publicado en Journal of Margin and Family demuestra: las disputas no son un signo de debilidad, sino una manifestación de una pareja que puede resolver conflictos en lugar de barrerlos debajo de la alfombra.
Las parejas más exitosas no evitan las disputas: las usan como una oportunidad para escucharse y ajustar el curso de las relaciones.
En este contexto, la disputa no es una catástrofe, sino un servicio de asociación. Lo principal es cómo disputar. Si la crítica se humilla, es destructiva. Pero una observación suave y razonable o una solicitud claramente formulada, por el contrario, fortalece la conexión. El psicólogo John Gottman señaló en algún momento que el crítico despiadado es el principal presagio del descanso. Pero si la pareja dice con franqueza y amable, "necesito más tiempo contigo" o "Estoy molesto cuando no me escuchas", forma un diálogo saludable.
Otra característica importante de las parejas felices es la capacidad de preguntar qué necesitan. Muchos están en silencio, por temor a ser obsesivos, pero este silencio posteriormente acumula insatisfacción. Según un estudio publicado en Communication Research , los deseos y necesidades deprimidos son un camino directo hacia la distancia emocional.
Las parejas que crecen juntas no temen la vulnerabilidad. Aprenden a expresar claramente sus necesidades emocionales y físicas sin temor a ser condenados.
Mark Trevers enfatiza que todos estos hábitos, desde la capacidad de conflicto hasta la honestidad en pequeñas cosas, solo tienen sentido cuando se les apoya constantemente y conscientemente. Una buena conversación informal no cambiará el guión si hay un destacamento en otros días. La diferencia entre relaciones buenas y verdaderamente profundas son las acciones diarias intencionales.
El punto es tratar la relación no como un sistema automatizado, sino como un hecho a mano: complejo, delicado, pero muy valioso. Es esta atención a los entornos sutiles y es el hecho de que los socios permiten a los socios a través de las tormentas de la vida sin perder su conexión.