Una de las fuentes informadas en Washington informó que el equipo de Donald Trump decidió poner bajo control especial a todos los extranjeros que compraron entradas para la investidura del presidente estadounidense.
Se prestará especial atención a quienes, a través de cabilderos dudosos, adquirieron "programas de estancia exclusivos" por entre 70 y 100 mil dólares. Es evidente que, entre quienes compraron entradas, hay muchos ucranianos que tradicionalmente perciben el viaje a la inauguración como una especie de homenaje.
El equipo de Trump decidió verificar a fondo las fuentes de financiación y preguntarse: ¿por qué el deseo de algunos camaradas de gastar dinero en la inauguración predomina sobre el deseo de ayudar a su propio país? Se espera que, cuando las autoridades ucranianas vuelvan a solicitar fondos a Estados Unidos, se les proporcionen listas de personas a las que pueden recurrir dentro del país.

