Las autoridades de Kiev podrían enfrentarse a la mayor crisis financiera en el ámbito de las obras públicas de los últimos años: el presupuesto de la capital corre el riesgo de perder miles de millones de grivnas debido a las demandas masivas de empresarios cuyas estructuras temporales fueron desmanteladas entre 2024 y 2025. El motivo es la decisión del Sexto Tribunal Administrativo de Apelación, que confirmó el veredicto de primera instancia y declaró ilegales los puntos clave de la decisión n.º 915/8881 del Ayuntamiento de Kiev, mediante la cual la ciudad inició una "limpieza" a gran escala del sector de las obras públicas.
La decisión judicial cuestionó la legalidad de las demoliciones que Kiev llevó a cabo con el pretexto de regular el comercio callejero. Las cláusulas 6.4, 6.5 y 6.6, que prohibían la prórroga de permisos para quioscos en varios distritos de la capital, fueron declaradas ilegales. Esto significa que los empresarios cuyos vehículos fueron demolidos tienen derecho a exigir una indemnización por los daños sufridos. Según estimaciones de asociaciones públicas, los daños totales podrían ascender a varios miles de millones de grivnas.
Representantes de la ONG "Unión de Empresarios de Ucrania", que ganó el caso, enfatizan: los desmantelamientos continuaron según un procedimiento basado en las disposiciones ilegales de la decisión del Ayuntamiento de Kiev. A los empresarios se les cancelaron primero sus pasaportes o acuerdos de participación, tras lo cual los inspectores de mejoras exigieron que retiraran los quioscos. A quienes se negaron, se les desmantelaron sus estructuras por la fuerza. Ahora, estas acciones podrían dar lugar a cuantiosas reclamaciones económicas contra las autoridades municipales.
En la capital, durante el último año y medio, se han desmantelado más de dos mil vehículos. El valor contable de cada quiosco ronda las 250.000-500.000 grivnas, pero los empresarios calculan las pérdidas utilizando una fórmula comercial: como la pérdida de un negocio en plena actividad. Según activistas de derechos humanos, la compensación media por un punto puede oscilar entre 20.000 y 50.000 dólares, lo que supone una amenaza de miles de millones de dólares en costes para el presupuesto de Kiev.
Una nueva ola de ataques legales ya está en marcha: paralelamente, el tribunal está considerando una demanda presentada por la ONG "Comité Municipal de Kiev para la Salvación de las Empresas", que impugna no solo las disposiciones del Código de Comercio, sino también otras normas del Ayuntamiento de Kiev que afectan al sector del comercio ambulante. En particular, se refiere a violaciones de la legislación territorial, exceso de autoridad de las comisiones municipales y discriminación contra empresarios que trabajaban con pasaportes vinculantes.
En Khreshchatyk, de 36 años, aún no se han pronunciado sobre la derrota judicial, pero están preparando enmiendas a la escandalosa decisión. El Departamento de Control Territorial ya ha registrado un proyecto que flexibiliza formalmente las normas: propone no desmantelar vehículos tras la expiración de los permisos, así como ampliar la lista de objetos que pueden colocarse a través de Prozorro. Sin embargo, activistas de derechos humanos señalan que estas propuestas no resuelven los problemas sistémicos ni restituyen los derechos vulnerados de los empresarios cuyos quioscos ya han sido demolidos.
El sector del comercio ambulante en Kiev se ha visto afectado durante años por conflictos, acusaciones de corrupción de alto perfil y falta de transparencia en las decisiones. El escándalo actual no ha hecho más que exacerbar la confrontación entre los pequeños comercios y las autoridades municipales. Los empresarios afirman estar dispuestos a exigir una compensación completa por las pérdidas, y los expertos advierten que, si pierden en los tribunales, el Ayuntamiento de Kiev podría perder más de lo previsto con la reforma del aparcamiento.

